Reacciones, imaginas, type, One Shots °Blackpink°

🐿️"Primer Beso" Rosé 3/4

Tenía un mes de relación con Rosé y todo iba bien, o eso pensaba hasta que noté el extraño comportamiento de Rosie. Últimamente había estado comportándose raro. Cada que salíamos o estábamos juntas estaba muy callada, no me abrazaba o mostraba esos arranques de cariño.

¿Me hace sentir mal? Sí ¿Me confunde? Sí ¿Le he preguntado que le pasa? No. Y eso es lo que quiero hacer ahora.

Tengo una leve sospecha del porqué ese comportamiento. Bueno, son dos. Uno, que ella se diera cuenta que en realidad no me quiere como pareja; y dos, que tenga miedo del que dirán.

La segunda es la que menos me convence ya que nunca mostró miedo, o vergüenza, cuando salíamos juntas.

Entonces lo único que me queda creer es la primera opción.

—¿____? —la miré— ¿Estás bien?

—Mjm —sonreí— ¿Ya decidieron que comerán?

—Pollo.

Me reí. Jisoo y Jennie tenían una relación, y al parecer Jennie amaba complacer a su novia. Lo había notado en todas las citas dobles que habíamos tenido. Justo como ahora.

—¿Qué tomarán? —preguntó el chico amablemente.

—Yo quiero una limonada —respondió Jisoo.

—También yo —creo que ya sabemos quien fue.

—Un batido de fresa para mí —murmuró Rosé.

El chico dirigió su mirada a mí y pude ver sus ojos achinarse por lo que supuse que estaría sonriendo debajo del cubre bocas.

Le sonreí amablemente — Agua mineral, por favor.

El chico asintió mientras anotaba mi bebida en la pequeña libreta.

—¿Es todo? —asentí— en un momento traigo sus pedidos.

Volví a ver sus ojos achinarse mientras me miraba, yo solo aparté mi vista. De reojo vi como se alejaba a paso lento.

—Dime que te diste cuenta.

Mire confundida a Jennie. Ella rodó sus ojos y se echó hacia atrás.

—Ese joven estaba coqueteandote.

Abrí mis ojos en grande. ¿Qué?

—Pero seguramente es un niño —murmuré al notar como Rosé se removia en su lugar.

Jennie alzó sus hombros mientras Jisoo me miraba con seriedad. Ella sabe lo que pasa con Rosé y aunque ya le rogué, le compré un pote de pollo y cuidé a Dalgom, no quiso decirme.

Todas nos quedamos en silencio mientras yo me recargaba en el asiento y movía mi pierna nerviosa. La distancia con Rosé me pone los nervios a mil y creo que eso es notable.

—Voy al baño —murmuré.

Me levanté y caminé hasta los sanitarios en donde entré directa al lavamanos. Suspiré frustrada, mirándome al espejo.

¿A caso no la trato bien? ¿Hice algo? ¿Estoy en lo cierto y ella no me quiere como pareja en realidad? Di un masaje en mis sienes para después volver a suspirar.

Arregle las mangas de mi camiseta y salí del baño, caminando lentamente a la mesa.

Cuando llegué me sorprendí de no ver a Jennie y Jisoo. Solo estaba Rosé.

—¿Y las chicas?

Sus hermosos ojos me miraron haciendo que mi corazón empezara a latir con fuerza.

A pesar de todo seguía teniendo ese poder en mí.

—Tenemos que hablar.

El alma se me fue, mi cuerpo se puso helado y no pude decir nada, no podía decir nada. Asentí y me senté frente a ella de forma robótica. También tratando de darle su espacio.

Ya me van a terminar. Mamá tenía razón, soy un fracaso.

—C-Claro... ¿Qué pasa?

Ella suspiró y pude notar como temblaba, con rapidez tomó mis manos sobre la mesa, apretandolas.

—Lo siento... —dijo— Lo siento mucho... Yo... Estoy muy estresada, la gente cada vez pide con más insistencia mi solo... Tengo la lesión en mi muñeca, los ensayos, las presentaciones y todo esto me tiene estresada.

Note sus ojos brillar por las lágrimas así que rápidamente me levanté del asiento, yendo a su lado para sentarme ahí.

—Sé que no es tu culpa y yo estoy siendo así contigo... Perdón.

Sonreí por un momento aliviada, ella me quiere, no hay nada mal conmigo. La abracé, dejando que su cabeza descansara en mi pecho mientras acariciaba su cabello y espalda.

—Está bien, Chaeyoung... No tienes que pedir disculpas, te entiendo —sentí su rostro restregarse en mi pecho— ¿Qué puedo hacer para ayudarte?

—Abrazarme... Y tal vez besarme.

Sonreí con ternura, sintiendo mis mejillas calentarse mientras la separaba lentamente de mi. Las suyas tambien estaba rojas y pude notar como había dejado escapar una que otra lagrima.

Limpié su rostro con mis dedos para después acunarlo entre mis manos.

Sus deseos son mis órdenes.

Me acerqué a ella y con lentitud la bese con cariño. Sus labios estaban salados por las pequeñas y pocas lágrimas. Sentí como su cuerpo se estremeció y sus manos se aferraron a mi camiseta segundos antes de que me separara.

—¿Mejor? —pregunté.

—Mucho —la vi sonreír—. Otra cosa que me puede ayudar mucho... No mires a ese niño.

Reí tiernamente— Solo a ti, mi Chaeyoung.