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El enorme lobo recorría el espacioso prado del que era ahora su hogar, las casas aledañas estaban lo suficientemente alejadas para que pudiera salir sin que nadie lo viera. Le gustaba correr y estirar su cuerpo, lo hacía sentir libre, ya era parte de su rutina de cada mañana.

Louis veía la televisión cuando el lobo se acercó a él, se recostó a su lado apoyando su cabeza en los muslos del menor, quien aprovecho de acariciar el pelaje de su pareja.

- ¿Puedes entenderme cuando eres un lobo?- Pregunta el omega, obteniendo un movimiento de cabeza afirmativo en respuesta- Es tan fascinante, me gustaría que todos pudieran verte- El lobo levanto su cabeza de las piernas de Louis y le dio una mirada extraña, para luego transformarse en humano.

- Eso sería peligroso- Habla el mayor.

- Lo sé, jamás te pondría en peligro, es solo que realmente adoro a tu lobo y no logro entender porque la sociedad se alejó tanto de ellos.

- Yo tampoco puedo entenderlo- Fue en busca de ropa para cubrir su desnudes y volvió donde Louis- Recuerdo que cuando era un niño escuche a unos ancianos de la manada hablarle a su nieto, era un pequeño revoltoso y cuando se transformaba en lobo solía perder el control, dejando a su lobo a cargo, lo que provocaba que fuera violento con otros niños. Los ancianos le contaron como antes de que se formaran las mandadas en las montañas todos solíamos vivir en sociedad, pero había muchas personas que no podían controlar el instinto de su lobo, lo que provoco muchos conflictos, por lo que las autoridades prohibieron transformarse, mucha gente se alejó de las ciudades por esta medida y los que se quedaron de a poco durmieron a su lobo, hasta el punto que muchos ni siquiera saben de la existencia de este. Por esto es importante que la gente de las manadas aprenda a equilibrar su parte humana con su parte lobo, para que podamos ser libres y no tener conflictos entre nosotros.

- ¿Por eso puedes entenderme cuando eres un lobo?

- Sí, porque estamos en equilibrio.

- ¿Cómo aprendes eso?

- En la manada nos enseñan desde pequeños, los primeros años de vida es normal que pasemos convertidos en lobo la mayor parte del tiempo, cuando empezamos a ir a clases es cuando aprendemos sobre nuestro lobo, aunque nuestros padres también nos ayudan con la trasformación, pero es en la escuela donde logramos estar en armonía.

- No pensé que tuvieran escuelas.

- ¿Creías que éramos cavernícolas?

- Quizás- Su respuesta recibe una gran carcajada por parte del mayor.


El supermercado era una experiencia nueva para el alfa, en la manada solían cazar o recolectar su comida, ver todo empaquetado y en repisas resultaba absurdo para él, pero su lindo omega insistía en que esa era la forma civilizada, y por demás más sencilla, de conseguir alimento, por lo que ahí estaba el mayor, escogiendo que trozo de carne se veía mejor.

Mientras recorrían los pasillos en niño choco contra la pierna de Harry, provocando que se cayera al piso. No debía tener más de cinco años a la vista del alfa, por lo que le sorprendió la mirada que el pequeño le dio, otro niño hubiera llorado por el golpe, pero este lo miro de una manera intensa, como si estuviera analizándolo.

- Lobo grande- Dijo el pequeño apuntando con su dedo al mayor- ¡Grande, grande!- Dijo emocionado. Luego miro a Louis quien estaba a su lado, mirándolo de la misma manera que a Harry- Lobo pequeño, asustado- Los mayores se miraron extrañados por las palabras del infante.

- ¿Cuál es tu nombre?- Harry se agacho para estar a su altura.

- Luca.

- Eres un cachorro observado ¿no es así Luca?- Toco la pequeña nariz del niño, logrando que este se riera- ¿Ves más lobos aquí?

- Todos tienen lobo- La mamá del menor llego en ese momento.

- Disculpen, mi hijo cree en los lobos, debe ser por los cuentos que le leen, lamento la molestia- La mamá toma al pequeño en sus brazos- Hijo te he dicho muchas veces que no debes irte solo y tampoco decirle eso a las personas.

- Pero mami él es un lobo muy grande- Dijo señalando a Harry.

- Cariño los lobos no existen, ahora discúlpate con los hombres.

- No se preocupe- La interrumpe Louis- Su hijo es adorable, debemos irnos ahora, adiós Luca.

El niño se despide de ellos feliz, agitando ambas manos en el aire.

Ya en casa, mientras ordenan la alacena el omega decide preguntar lo que estaba rondando en su cabeza desde el tropiezo con el pequeño.

- ¿Crees que Luca realmente podía ver los lobos de las personas? ¿ o era como su mamá dijo, que lo cree por lo cuentos?

- Creo que podía verlos- Responde seguro el mayor- Hay personas con habilidades especiales- Su respuesta no le gusto al menor- ¿Estas bien?

- Dijo que mi lobo estaba asustado- Harry lo abrazo al ver el malestar de su pareja.

- Puede que está asustado, le han obligado a estar oculto toda su vida, no debe ser fácil para él, pero va a estar bien, los lobos son fuertes y siempre están para nosotros cuando los necesitamos.

- Mmm.

- No te desanimes, toda va a estar bien, ve a sentarte, puedo prepararte un poco de esa carne no cazada.

- Cómo esperas que no crea que vivías como cavernícola si dices esas cosas- Ambos se ríen.

- Lo dije para animarte.

- Si claro, lo dijiste porque crees que comer carne que no cazaste es raro.

- Lo es.

- Cavernícola.

- Basta- Vuelven a reír. 

Lobo de la nieve (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora