Capítulo XXXII

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Lo primero que Thomas sintio al despertar fue la presión en su hombro izquierdo, y luego fue la presión en su ante brazo, intento abrir los ojos pero los sintio tan pesados que tuvo que intentarlo varias veces, cuando finalmente logro abrirlos una fuerte luz le lastimo, parpadeo repetidamente y cuando logro mirar a su alrededor se dio cuenta de que estaba solo en el cuarto, el rayo de sol entraba por la ventana a su costado y calentaba toda la habitación, intento moverse pero un agudo dolor le recorrió todo su costado izquierdo, se quejo y miro.

Una gran venda cubría desde su hombro hasta la mitad de su pecho, tenia distintas intravenosas en sus dos brazos y detecto una cánula de oxigeno en su nariz, le tomo solo un minuto recordar lo que había pasado, y cuando recordó el calor de la sangre de Katherine en su mano intento levantarse, el dolor lo azoto con fuerza y casi lo hizo desmallarse pero sus ansias por saber de ella se lo impidieron, escucho como la puerta se abría y entraba una enfermera.

-veo que ya despertaste – se acerco más a él, una planilla estaba en sus manos - ¿Cómo te sientes?

-¿Dónde… Dónde esta Katherine? – ignoro por completo la pregunta que se te había echo e intento sentarse de nuevo, el dolor lo hizo quejarse y la enfermera lo recostó de nuevo.

-tienes que descansar, fue una cirugía muy complicada – Thomas le gruño como si de un perro se tratara.

-mi estado no me importa, solo quiero saber como esta ella – intento sentarse de nuevo, lo logro no sin antes sufrir un gran dolor.

-si no te recuestas de nuevo te tendré que sedar – le advirtió.

-y una mierda me voy a recostar, no lo hare hasta que sepa como esta Katherine – se puso de pie y el dolor lo hizo tambalearse, se sostuvo de la pared e intento caminar, no podia mover aun el lado izquierdo pero eso no lo detendría en encontrarla, cuando estaba comenzando a caminar hacía la puerta, y los gritos de la enfermera se volvían más fuertes, Kiro entro a la habitación y se sorprendió con lo que vio, Jayden entro detrás de él.

-¿pero que rayos estas haciendo? – Jayden se acerco y lo tomo de un lado – tienes que volver a recostarte – Thomas negó.

-tengo que saber como esta ella – Kiro se acerco veloz al ver que seguiría intentando caminar.

-escúchame, acabas de salir de una cirugía que tomo varias horas, aun estas débil, y por lo que parece aun estas sedado, el dolor que sientes te hará desmallarte en un momento, así que te sugiero que te recuestes o te dormiré – Thomas y Jayden lo miraron sorprendidos, nunca esperaron que se notara tan enojado - ¿tu decides?

Thomas se acerco en silencio a la cama y dejo que la enfermera lo acomodara, lo reviso y cuando vio que estaba bien salió del cuarto.

-¿me dirán que paso con ella? – el dolor que sentia era insoportable, pero se lo tragaría.

-la bala la alcanzo en el hombro – Kiro se cruzo de brazos y lo miro – la atravesó y la bala te alcanzo, sus heridas no fueron tan graves como las tuyas, a ti se te tuvo que revisar mucho, cuando la bala impacto en ti… Se desbarato, fue como si se expandiera – hizo un gesto con sus manos – tuvimos que sacar diez fragmentos, algunos demasiado cerca de tu corazón, pero logramos sacarlos todos.

-¿y Katherine? ¿ella esta bien?

-también tuvimos que operarla, la bala le desbarato algunos ligamentos de su hombro, tuvimos que reconectarlos, pero, por fortuna, no tuvo más daños, como ya dije tu fuiste el mayor afectado – Thomas logro calmarse un poco, pero aun tenia ese sentimiento que no se iría hasta que la viera.

-su cirugía… ¿Salió bien? – los dos hombres delante de él asintieron.

-no ha despertado, pero todo salió bien, puede despertar en cualquier momento – Jayden le explico y se acerco un paso más – pero… Algo ocurrió en la casa de seguridad.

Amor En Señas.                                          Duoligia Amores. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora