Amor En Señas. Duoligia Amores. Libro 1

Capítulo XI

No sabía a dónde había hido Thomas, solo quería que alguien la sacará de ese oscuro lugar, sus hermanastros la habían levantado con un balde de agua fría en su rostro, y arrastrándola al armario del pasillo la encerraron en este, sabía que no habían sido silenciosos cuando la arrastraron por el pasillo, había golpeado la puerta de Thomas al pasar por esta, pero él no salió, su hermanastra la había golpeado en sus costados y piernas, además de las cachetadas que, entre ambos le habían dado.

Era sábado, y Jack y Sara no estaban en casa, estaba sola, asustada y adolorida, sus manos golpeaban contra la madera de la puerta, al mismo tiempo que gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, su respiración era temblorosa e irregular, y tenía mucho frío, no llevaba puestos sus audífonos así que no sabía si ellos le estaban diciendo la razón de esto, pero ella suponía que era culpa de su padrastro.

Y eso no era justo, ella no tenía la culpa de todo lo que su padrastro la culpaba, no tenía su celular con ella, así que tampoco podía enviarle un mensaje a Thomas, Sara o Jack, solo le quedaba esperar que Thomas llegara, o que sus hermanastros quisieran sacarla de ese lugar, se sentó al fondo de este y con sus rodillas rodeadas por sus brazos lloro, y espero.

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Eran las cuatro de la mañana cuando sintió que su celular sonaba, estiró el brazo a la mesa de noche y aún medio dormido contesto la llamada, sin molestarse en ver el identificador.
Llevó el teléfono a su oreja y respondió,  el llanto y la voz cortada del otro lado lo hizo despertarse y enderezarse en la cama, encendió la luz y escucho la voz de una de sus hermanas con mayor atención.

  - es mamá, está temblando y vomitando mucho, y no puede respirar bien y no sé qué hacer Thomas - la escucho sorber su nariz y comenzó a buscar su ropa de inmediato, con miedo de lo que le podría pasar a su madre

  - escuchame Clau, necesito que respires y te calmes, voy para allá llegaré pronto, ¿Sabes dónde está el inhalador de mamá? -recibio una respuesta afirmativa - llevalo a mamá y dale un par de inhalaciones, ya voy y eso bastará hasta que llegue, ¿De acuerdo?

  - de acuerdo - su voz se escuchaba congestionada, pero más calmada

  - ¿Dónde están Thalía y Jordan? - tomo sus llaves y salió del cuarto, se detuvo un segundo en el pasillo y sin pensarlo camino hacia el cuarto de Katherine, abrió la puerta y miro dentro del cuarto, la encontró dormida, con las cobijas a media espalda, y sostenía con fuerza una almohada entre sus brazos, pensó en despertarla y decirle, o dejarle una nota, pero no lo hizo, la voz de su hermana lo trajo de regreso

  - Thalía está con mamá y Jordan está dormido

  - bien, no lo despiertes, ve con mamá y haz lo que te dije llegaré pronto - miro una última vez a Katherine y salió del cuarto cerrando la puerta detrás de él, salió de casa y manejo lo más rápido que pudo hacia la casa de su madre

Llegó quince minutos después, agradeciendo que fuera de madrugada y que no hubiera tráfico, no estacionó y tampoco apagó el motor, corrió hacia adentro y vio a su madre, recordaba perfectamente la última vez que ella se había puesto así de mal, fue cuando le avisaron de la muerte de su padre, y se preguntó que pudo haber pasado para que se pusiera tan mal, dio instrucciones a sus hermanas, y envolviendo a su madre en una cobija la tomo entre sus brazos y corrió hacia afuera, la acomodó en el asiento trasero y la llevó al hospital.

Observó mientras las enfermeras se la llevaban y llamaban a su doctor de cabecera, para su suerte tenía turno esa noche, cuando las puertas se cerraron detrás de ellos, fue y se sentó en una de las sillas de color azul, llamo a sus hermanas y después de diez minutos colgó, prometiendo llamar en cuanto tuviera noticias.