Amor En Señas. Duoligia Amores. Libro 1

Capítulo XVII

-esta es mi habitación, al final del pasillo hay un baño extra,ya sabes donde está la cocina y el comedor, este de aquí es donde guardo cosas que no necesito, aquí puedes guardar tus maletas - se habían quedado solo hacía soló una hora, en ese tiempo Thomas le había enseñado su departamento, todo excepto el último cuarto al lado del baño del pasillo - este es mi estudio, sonará raro, pero te voy a pedir que no entres nunca a este habitación¿De acuerdo?

Katherine asintió, extrañada por su petición, pero él la dejaba quedarse a vivir en su hogar, y por lo que había vivido toda su vida, no tenía ningún derecho a preguntar nada.

La llevó al final del pasillo y se detuvieron frente a la única habitación que faltaba, él la miró, estudiándola, al parecer no encontró nada porque un momento después había abierto la puerta.

Lo primero que katherine noto fueron los pisos de madera oscura, miró un poco más en la habitación y se sorprendió, y emocionó, por lo que allí encontró.

Había tres jaulas, todas ellas de grandes proporciones, en dos de ellas había un grandes perros, uno de color café y negro, y otro de tonos grises y blancos, en la otra jaula dos gatos, ambos enormes, uno de color blanco y el otro era de diversos colores.

-estas son mis mascotas - camino hasta las jaulas y las abrió, los perros salieron de inmediato a oler a su dueño, y los gatos se tomaron su tiempo - hola muchachos

Katherine miró como el los acariciaba y les daba mimos, siempre había querido tener un perro, pero su padrastro nunca la había dejado, ambos perros se acercaron a ella, dio un paso atrás por inercia, pero cuando ambos perros solo la olfatearon se tranquilizó, subió una de sus manos y la paso de forma suave por la cabeza de uno de los perros, este movió la cola, feliz, al recibir los cariños que le daban.

-estas es un pastor alemán - Thomas señaló al perro de color café y negro, katherine prestándole atención mientras seguía acariciándolo - se llama Delta, y este es un husky siberiano - apunto al otro perro, se había sentado en sus patas traseras - su nombre es wolf, mis hermanas les pusieron sus nombres, al igual que a mis gatos, este es winter - apunto al gato blanco que estaba comenzando a salir del cuarto - y ella es manchas - señaló al otro, este están alimpiando sus bigotes bajo una ventana

"Son lindos" - ambos salieron del cuarto, con los perros siguiéndoles detrás de ellos - "siempre quise tener un perro, pero mi padrastro nunca me dejó, siempre me dijo que sólo eran una plaga"

-Mi padre ama a los animales, y el me inculcó ese cariño, por eso tengo tantos, además… ayudan a no sentirte tan solo

Los dos llegaron a la cocina, katherine miró la hora del reloj en la pared, marcaba las 8:45 de la noche, comenzaba a tener hambre, los perros los siguieron, los gatos se habían perdido por el departamento, miró como Thomas comenzó a sacar cosas del refrigerador, jitomate, lechuga y penino, están a punto de sacar algo de la alacena cuando se giró a mirarla.

-lo siento, no te pregunté que querías cenar - se veía apenado, había vivido tanto tiempo solo, que ya se había olvidado de esos pequeños detalles

"Lo que sea está bien" - se puso de pie y camino hacia él - "¿Te ayudo?"

-¿Puedes picar el jitomate y el pepino? - cuando ella asintió él se giró de nuevo para seguir buscando lo demás que necesitarían, la miró cuando ella comenzaba a lavar las verduras, algo dentro de él se removió y lo llevo varios años atrás, recordó lo cerca que estuvo de tener una familia propia, y la repentina pérdida de esta

Sacudió la cabeza, no era el momento para pensar en eso, ya habían pasado años de eso, y no quería recordarlo, no ahora, saco el jamón, pan, mayonesa y el queso, sándwiches algo rápido y sencillo, cenarian rápido.