Capítulo 24: Una ciudad mágica

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Especial navideño 2/2

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Otro día más de la semana intensa de trabajo que llevábamos hasta ahora, en el día de ayer habían tenido lugar las reuniones y el día de hoy las citas para redactar y firmar contratos.

—¿Podrías traerme un café, Gabrielle?— preguntó Nick con una sonrisa encantadora en el rostro, asentí, era imposible negarle algo.

Arrastre mis pies hasta llegar a la cafetería de la empresa, coloque agua en la cafetera para el café de Nick y suspire con melancolía al recordar a Gabriel, con tanto trabajo no había tenido oportunidad de hablar con él, lo echaba de menos.

Como no tenía nada que hacer mientras el agua se calentaba saque mi celular y marqué el número de Gabriel, al tercer timbre contestó —¿Gabrielle?

Puse el altavoz para poder preparar el café de Nick mientras hablaba con él —Hola Gabriel, ¿cómo estás? 

—Yo muy bien, pero eso no es tan importante, ¿cómo estás tú? ¿Qué tal tu viaje de "trabajo" con nuestro sexy jefe?— escuché su risa —Para que sepas hice comillas con los dedos cuando dije trabajo.

Me reí —¿Por qué?— pregunté entre curiosa y divertida.

—Porque si me dices que lo único que han hecho en estos días es "trabajar"— por el tono de énfasis que uso al decir la palabra trabajo supuse que había vuelto a hacer comillas con los dedos —No te voy a creer, y si insistes, me tiro por la ventana.

Me reí aún más fuerte —Ay, Gabriel. No sabes cuánto de echo de menos.— sonreí con melancolía, es como si estuviera a mi lado como todos los días, sentado en la silla esperando que yo preparará el café de Nick mientras hacía sus comentarios pícaros o sus chistes.

Cuando escuche ruidos agarré el celular para quitarle el altavoz, no quería que un desconocido escuchara la conversación, pero la cafetera sonó en ese mismo instante evitando que lo hiciera.

—Oh, Gabrielle, yo también te echo tanto de menos hermosa.— su voz también sonó melancólica a través del teléfono.

Escuché un carraspeo a mis espaldas, me di la vuelta enseguida y vi a Nick con los brazos cruzados recargado en el marco de la puerta, no había rastro de la sonrisa que me había regalado hace algunos minutos.

Corrí por el celular y le quité el altavoz, podía oír como Gabriel hablaba pero no le presté atención a lo que decía estaba confundida por lo que estaba pasando. —Gabriel, te llamo después.— colgué antes de que dijera algo más.

—¿Con quién hablabas?— preguntó Nick en tono neutro.

Fruncí el ceño ¿a qué se debía su pregunta? ¿Y porque me sentía algo culpable y con la obligación de explicar la situación?

—Con un compañero del trabajo.

Nick arqueo las cejas —Las relaciones en el trabajo están prohibidas.

Fruncí aún más el ceño —Estoy consciente de eso. Gabriel es sólo un amigo.

—¿Un amigo? De acuerdo.— asintió no muy convencido —¿Luke sabe de este amigo?

—¿Por qué debería de saber Luke sobre este amigo?

—Es tu hermano.

Su comentario me molestó, Nick se estaba comportando de la misma forma que lo haría Luke en esta situación, como un hermano celoso y posesivo cuando ve a su hermanita hablando con un hombre.

Me recordó al momento de la noche pasada en que me había insinuado que él se sentía como mi hermano mayor y que yo había sentido como un rechazo, lo que provocó que mi molestia aumentara.

Un flechazo por mi Jefe | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora