Capítulo 14: Heridas abiertas

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Sábado, maldita fuera mi suerte, de nuevo ya se había acabado la semana, y estaba confundida, no sabía si estaba teniendo progresos o no, pero tan siquiera la noche anterior me había dejado una buena actitud.

Aunque tenía que admitir que en estos momentos me encontraba algo intranquila, no había visto a Nick en todo el día y no podía ir a visitarlo porque Andrea se había encargado de darme trabajo y más trabajo. Y cuando de una manera muy discreta le había preguntado a ella por Nick, solo había contestado que se encontraba en una reunión importante.

Así que me encontraba en estos momentos haciendo todo el trabajo que tenía.

Cuando que vi que se acercaba Andrea gruñí —Gabrielle, ¿cómo vas?

«Maldita»

Me tragué mi irritación y puse la sonrisa mas grande que pude, si se daba cuenta de que era falsa mejor.

—Bien, pero preferiría trabajar en soledad, me concentro más.

Puso una cara de indignada y se fue, rodé los ojos al escuchar el rechinar de su tacones, estaba segura de que lo hacía al propósito, no importaba realmente, prefería soportar por algunos segundos eso a soportarla a ella por más tiempo.

—¡Lindo día Andrea!


***

Caminé hacia el escritorio de Andrea, y al no verla ahí suspire, por alguna extraña razón se sentía un ambiente algo tenso, comencé a buscarla con la vista hasta que di con ella. Estaba recargada en la puerta que daba a la oficina de Nick y tenía una expresión de intriga en el rostro.


Me acerqué a ella —¿Qué es…?— no termine de hablar cuando ella se abalanzó sobre mi para taparme la boca.

—Shh.

Después de decirme con señas que no hiciera ruido y prometerle que no lo haría me dejó libre.

—¿Por qué tanto alboroto?

—El jefe.

—¿¡Que le pasa a Nick!?— susurre grite.

—Nada, pero estaba en su oficina ocupado.

—¿Ocupado en qué? ¿Y por qué lo estabas espiando?

Ella abrió la boca sorprendida y la volvía cerrar —No lo estoy espiando.

«Ay, ajá»

Me crucé de brazos —¿A no? ¿Y qué hacías recargada en la puerta atenta para escuchar?— le pregunté burlonamente.

—Asegurándome de que el jefe no me necesitará.

—¿Por qué te necesitaría?, Si lo hiciera te llamaría ¿no lo crees?

—No si esta muy ocupado en su reunión.

—Pero si esta tan ocupado en su reunión y no te ha llamado, creo que eso claramente quiere decir que no te necesita.

Ella iba a contestar algo para volver a excusarse cuando de repente la puerta de la oficina se abrió, ambas no retiraremos de ahí lo más rápido y discretamente posible, sería el colmo que por quedarme a regañar a Andrea por andar de entrometida al final yo también quedará como una.

Un flechazo por mi Jefe | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora