Un flechazo por mi Jefe | ✓

Capítulo 08: Ignorados

—Me veo atractiva.— pensé en voz alta.

Había hecho un pequeño moño con mi cabello en la parte de atrás y lo demás estaba cayendo para enfrente por mis hombros, no se veía tan vulgar la transparencia de la blusa.

—Eres atractiva.— me guiño el ojo y comenzó a guardar las cosas —Pero andando que tenemos que ir a trabajar.

El pánico me comenzó a vencer —¿Es correcto que vaya vestida así? ¿Es muy atrevido no crees? ¿Y si él piensa que me veo vulgar?

—Alto ahí Gabrielle, demasiadas preguntas y poca acción, ¡Debería ser al contrario!

—De acuerdo.— tome mi bolso y salimos del edificio, empecé a buscar un taxi que nos pudiera llevar a la empresa.

—¿Qué haces?

—¿Qué crees que hago? Buscó un taxi.— contesté obvia.

—Tengo auto.— alzó las llaves y desactivó la alarma, me puse roja de la vergüenza y subí en silencio.

—En verdad eres única, Gabrielle.— dijo Gabriel entre risas, yo sólo lo ignore, un poco avergonzada y molesta.

Llegamos a la empresa más rápido de lo que esperaba, mi corazón estaba totalmente acelerado y me sudaban las manos.

Se estaciono cerca de la empresa y bajamos del auto, el me extendió la mano y yo lo miré curiosa —Dame la mano.

—¿Para qué?

—Sólo dámela.— le tome la mano y cruzamos la calle, llegando a la puerta de la empresa me di cuenta de que mi jefe había llegado y nos estaba observando desde la puerta con el ceño fruncido.

Se veía demasiado atractivo como siempre, además de que siempre me había parecido irresistible el cabello de Nick me daban unas enormes ganas de pasar mis dedos por el para comprobar lo sedoso que era, además de que la barba que traía de sólo algunos días le daba un aspecto más maduro y tremendamente atractivo.

«Deja de babear, Gabrielle»

Entró a la empresa molesto y Gabriel estalló en carcajadas, lo miré con el ceño fruncido —¿Qué es tan gracioso? O mejor dime, ¿para qué querías que te tomará de la mano? Créeme, se cruzar la calle yo solita.

—Para provocar justo lo que acabas de presenciar, no me digas que no te diste cuenta, Nick se puso celoso.

¿Nick celoso? Imposible.

—¿Celoso de qué?

«¡No te ilusiones!»

—De vernos agarrados de las manos, nadie sabe de mis preferencias, así que es fácil sumar dos más dos.

—No está celoso, para que estuviera celoso le tendría que importar.— me dolía decirlo, pero era la verdad.

—Nadie ha dicho que no le importes así que hasta que se demuestre lo contrario no deberías de ser tan pesimista.

No quería seguir hablando del tema, además de que no me haría cambiar de opinión, era mejor ser pesimista y emocionarte cuando las cosas salieran bien, a ser optimista y decepcionarte cuando las cosas no salgan bien.

—Ya mejor vamos a trabajar.— refunfuñando Gabriel entró a la empresa y yo detrás de él.

El día recién comenzaba y yo ya había subido y bajado toda una montaña rusa de emociones. Lástima que apenas era la primera vuelta.

***

—¿Gabrielle?

Levanté la vista del ordenador y observé a Andrea, parecía asustada y nerviosa —El jefe te quiere en su oficina.— vio a todos lados antes de acercarse a mí —Dijo que era urgente.