Un flechazo por mi Jefe | ✓

Capítulo 15: Accidentes

—¿Qué tal tu fin de semana?

Pregunto Gabriel, repase mi fin de semana y era deprimente, no había hecho nada, ni siquiera había salido de mi departamento, me la había pasado viendo maratones de series y comiendo, lo que siempre he hecho desde que me volví adulta.

—Normal.— «Muy aburrido» —¿Y el tuyo?

—Espectacular, pase todo el fin con mi novio y salimos de fiesta, a mi cuerpo ya le hacia falta salir a moverse.

Solté una pequeña risa ante su comentario —Me alegro por ti Gabriel.

Gabriel vio el café que estaba preparando y como lo hacía con paciencia, a Nick le encantaban mis cafés y por esa misma razón siempre me los pedía a mi, y yo encantada de hacerlo.

—Tengo que probar ese café, no por nada le gusta tanto al jefe.

Me sonrojé —Mi madre siempre decía que las cosas que se hacen con amor siempre saben deliciosas.

Gabriel sonrió pícaro —Entonces ese café está exquisito.

Se río —Tu sigue poniendo todo tu amor en ese café, al jefe le encanta. Nos vemos después, linda.— me dio un beso en la mejilla y me dejo sola en la cafetería.

Cuando termine el café sonreí, estaba de buen humor, eso era extraño, algo muy extraño en mi, era lunes y estaba de buen humor, normalmente era el día que más me ponía de mal humor, el más aburrido y donde tenía más mala suerte. Pero al parecer mi mal humor había hecho que eso desapareciera.

—Es un buen día, todo tranquilo, sigue así Gabrielle.

Entre y salí del elevador con una sonrisa en el rostro, toque la puerta de la oficina de Nick, mientras esperaba me debatí entre saludarle a Andrea o no, al final decidí que si, levante la mano hacia ella y sonreí, ella con señas me pregunto que qué pasaba y yo solo me encogí de hombros.

Seguía viendo a Andrea cuando se abrió la puerta y sin prestar atención avance.

«Catástrofe a continuación»

Choque con algo muy duro provocando que derramará el café encima de eso, tenía la vista en el piso tratando de asimilar lo que había pasado.

—Auch.

Levanté la vista al escuchar esa exclamación masculina, estaba nerviosa porque esa voz no me parecía en lo absoluto conocida.

«¿Qué acabo de hacer?»

Era un hombre, un hombre muy apuesto, un hombre demasiado apuesto diría yo, parecía de esos actores que salían en las películas románticas que te dejaban con ganas de ser tú la protagonista de esa historia para poder estar con él.

Pero lo más sorprendente es que no parecía molesto por lo que acababa de suceder, al contrario, tenía una sonrisa divertido en el rostro.

«¡Reacciona Gabrielle!»

Eso me hizo reaccionar y activar la culpa y vergüenza por lo que acababa de pasar.

—¡Oh por dios! ¿¡Que hice!? Lo lamento muchísimo, en serio lo lamento, no fue mi intención, lo lamento tanto señor…

Pensaba seguir con mis disculpas avergonzadas, cuando el señor con una risa me detuvo y levantó la mano restándole importancia. 

—Tranquila no pasa nada, pero te agradecería que no me dijeras señor me hace sentir viejo.

Lance una risa nerviosa y me sonrojé —De acuerdo…

—Soy Colin, Colin Haward.— me extendió su mano y la acepté, estaba cálida, no pude evitar sonreír.

—Un gusto, soy Gabrielle Smith.

—El gusto es mío, estoy encantado de conocer a una dama tan hermosa.

Se llevó mi mano a sus labios y la besó, creo que para esos momentos más roja no podía estar, él, todo un galán me estaba prestando a atención a mi, una simple mortal.

«¡Alto ahí hormonas!»

El momento se estaba poniendo algo incómodo, él me estaba mirando con una sonrisa que no sabía cómo interpretar y yo no sabía que hacer, le agradezco a Nick que interrumpiera con una tos seca, algo raro que deje pasar.

—Lamento lo que pasó Haward.— Nick se disculpó con un tono formal.

Colin se rió —Tranquilo Nick, los accidentes pasan, además es una pequeña mancha que se saca en la tintorería.

—En ese caso nosotros nos encargamos.

—Descuida, lo haré yo.— sonrió de manera pícara, algo muy atractivo —¿O acaso me estás sugiriendo que me quite la camisa delante de esta bella dama? Tal vez no sería mala idea.

Al parecer a Nick no le había hecho nada de diversión la broma de Colin, porque ni siquiera hizo el intento de sonreí, al contrario parecía molesto. Y no podía quejarme, por mi torpeza nos había hecho quedar mal delante de Colin, y ni siquiera sabía que tan importante era.

—Solo bromeaba, me conformo con que tu secretaria me acompañe a la salida.

Nick levantó la mano y le habló a Andrea —Señorita Acosta, podría acompañar al señor a la salida.

Colin negó —Quiero que Gabrielle me acompañé, total ella fue la que provocó esto.— me guiño el ojo.

Nick solo asintió, cada vez se veía más molesto, estaba avergonzada con todos por lo que había hecho, le había arruinado la camisa a un desconocido, había dejado en mal a Nick, y estaba segura de que Andrea se iba a reír y me recordaría esto por un buen tiempo.

—De acuerdo.

Nick se metió a su oficina, y yo caminé hacia el elevador con el hombre que hace algunos minutos eran un completo desconocido y que conocí por un accidente.

—Lamento lo que pasó.

—¿Crees en el destino?

La verdad no lo hacía, no creía en varias cosas, pero de lo que siempre sería fiel creyente era de la atracción eterna que teníamos la mala suerte y yo.

—Algo.

—Yo si lo hago, por eso creo que ya estaba en nuestro destino que tu y yo nos conociéramos, y si ese accidente también era parte de nuestro destino no me molesta.

Acaba de conocer a un filósofo, no me molestaba en lo absoluto, me gustaba tener variedad en mi circulo de amigos y además no lo juzgaría.

Me reí —Vaya, hiciste parecer a mi torpeza como algo especial.

—Todo y todos somos especiales.

—Es lindo escucharlo.

—Tú eres linda.

Abrí la boca y la cerré, era demasiada franqueza, y como siempre terminé sonrojándome —Gracias.

Bajamos del elevador y el se despidió de beso —Fue un gusto conocerte.

—Igualmente.

—Y estoy seguro de que nos volveremos a ver. Adiós Gabrielle.

Sonreí —Adiós Colin.

Regrese a hacer mi trabajo, en todo el día Nick ya no me pidió nada ni quiso otro café, todo lo que necesitaba se lo pedía a Andrea y ella más que encantada de complacer al jefe, al parecer estaba molesto conmigo.

Vaya día.

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