Un flechazo por mi Jefe | ✓

Capítulo 22: Viajando juntos

Y aquí estaba en el aeropuerto, 10 minutos antes de la hora que Nick me había dicho, con la mejor actitud posible, recién bañada, pintada y vestida con un lindo vestido elegante, sugerencia de Gabriel. Recién había llegado el día anterior a mi departamento y había corrido a llamar a Gabriel para pedirle su ayuda y sus consejos, habíamos pasado más de hora hablando y al final había quedado tranquila y optimista con este asunto.

Tirite de frío y suspire, observe como el aire que soltaba salía en forma de vapor.

Me arrepentí de haberme cambiado mi pijama por un vestido formal, hubiera sido mejor venir en pijama, al fin y al cabo mi jefe también era mi amigo y podría pasar por el alto ese pequeño detalle. Pero el consejo de Gabriel decía todo lo contrario, en presencia de Nick siempre debía de estar linda y sexy, para que viera el bombón que era, según palabras de Gabriel.

A este paso no terminaría como un bombón sino como un cubito de hielo.

Levanté la vista cuando escuché los zapatos italianos de Nick —¿Lista?

Asentí temblando —Más que lista, señor Morrison.

Intente bromear, para sonar más despierta y con buena actitud, aunque por dentro tuviera tanto frío como sueño.

—Recuerdo que años atrás odiabas levantarte temprano.

—Lo sigo haciendo.— murmure rechinando los dientes por el frío.

Sentía que el frío me calaba hasta lo más profundo de los huesos, en estos momentos añoraba mi cama y su calidez, y también a mi pijama, toda suave y calientita. Ojalá estuviera acostadita todavía.

—¿Tienes frío, Elle?— asentí, no tenía caso negarlo, todo mi cuerpo me delataba —Pobrecita.

Se acercó a mí, observé con las cejas arqueadas como se quitaba su saco y lo colocaba encima de mis hombros, cerré los ojos por unos segundos e inhalé su fragancia.

—¿Mejor?— sentí su pregunta como una caricia.

Abrí los ojos —Mejor.— ahora él solo llevaba su camisa, una camisa azul cielo que resultaba su estructural cuerpo, pero parecía tan ligera que seguramente ahora se estaría muriendo de frío por dentro —¿Y tú?

Se encogió de hombros —Yo estoy bien, soy una persona caliente.

Me sonrojé por mi mente tan sucia que capto un doble sentido en sus palabras. Era obvio que se refería a que era una persona que mantenía la temperatura cálida en su cuerpo a pesar del clima.

—¿Seguro?

Asintió y paso un brazo sobre mis hombros, sentí la calidez de su cuerpo inmediatamente —La única fría aquí, eres tú.

Me reí y asentí, caminamos al avión, con él abrazándome por los hombros y yo con miedo de tropezar y arruinar el momento.

El frío me había hecho un favor.

***

Al ver el impresionante edificio que estaba frente a mis ojos abrí la boca asombrada, era muy grande, elegante y sobre todo lujoso.

—¿Un hotel de 5 estrellas?— me reí y me respondí yo misma —Claro que sí, el grandísimo señor Nick Morrison solo se puede hospedar en hoteles de 5 estrellas.

Nick se rio por mi cometario —Claro, y como eres mi invitada especial tendrás la suerte de compartir hotel conmigo.

Abrí la boca y me abanique el rostro dramáticamente —¿Hablas enserio? Me siento tan halagada.