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Cuando Jin recibió en sus manos aquella pequeña hoja doblada se lo pensó más de una vez, en sus manos tenía el poder de acabar con esa historia que dañaba a su adorado castaño y a su mejor amigo, ¿no era mejor dejar todo como estaba? Pensó que quizá y solo quizá lo mejor era que cada quien siguiese por caminos separados.

Con una promesa a labios cerrados, pero ojos expresivos y un asentimiento aceptó las palabras de Taehyung el cual le suplicaba que le hiciera aquel favor ¿de verdad lo haría?, intentó deshacerse de la dichosa mil veces, pero en las mil se sintió culpable ¿Quién era el para decidir por ellos?

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El viernes por la mañana se despertó sereno, confiado, era su último día de clases, a pesar de que todas sus materias habían cerrado era el último día oficial, se sintió medianamente feliz.

Se tomó tiempo para observar el camino que memorizo se rio en sus adentros cuando recordó graciosos momentos, Jin y él riendo por la acera o peleándose, cuando cierto castaño la primera vez que salieron se tropezó, cuando en su primer día de escuela Yoongi lo llevó a clases o cuando por fin el rubio compro su auto y quería llevarlo a todos lados en él y todos esos momentos le removieron diversos sentimientos, todo estaría bien ¿no? Tenía que aferrarse a la idea, le pidió demasiado a la vida y era hora de ser feliz con lo que se le brindó, ser agradecido, aunque en el proceso se rompiera así mismo y por egoísta que fuese al último que deseaba lastimar era a Min, él era ignorante a todo como para hacerle sufrir como el mismo o Taehyung lo hacían.

Su mañana pasó medianamente feliz, en compañía de sus compañeros en un pequeño convivio, Jin y él reían de todo y nada, estaba eufóricos incluso BamBam estaba feliz junto a su novio Yugyeom, todo se estaba reacomodando de a poco, como todo debió haber sido desde el inicio.

Antes de salir Jungkook y Jin compartieron un cariñoso abrazo, se abrazaron como si no fuesen a verse más a pesar de que solo seria un fin de semana, el lunes era su ceremonia de graduación, obligatoriamente se tendrían que ver.

"Voy a extrañar no verte a diario, te voy a extrañar galletita" Jin murmuró aun aferrado al menudo cuerpo del azabache.

"¿De que hablas hyung? Nos podemos seguir viendo hasta que me vaya" Y allí Jin quiso romper en llanto, era egoísta hacerlo, pero pensar que quizá de esa manera Jungkook no se apartaría de su lado, ¿Cómo perder sin más a su mejor amigo, su alma gemela? Con los ojos nublados por las lágrimas se separó del más pequeño y se rebuscó en los bolsillos aún dudando.

Aún con las manos temblándole entregó la pequeña hoja arrugada, en el instante en que Jungkook vio su nombre escrito en la misma con un lettering precioso supo de quien procedía dicho detalle y se congeló en su lugar, todo a lo que se había estado aferrando, a lo que es, será y debía ser se vino abajo solo al ver una pequeña parte de él, negó con la cabeza suavemente mientras sentía como las lágrimas escurrían sin permiso, el pelirosa al ver su negativa tomó su mano y la dejo allí.

"Prometí entregarla Kookie... es tu decisión leerla o no" Se inclinó suavemente y dejó un beso en la frente del azabache el cual seguía en una especie de shook, lo dejó allí con el corazón más roto que antes y habría roto en llanto de no ser por la alarma que sonó en su teléfono.

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Bajó corriendo del taxi con la mochila aferrada en su hombro, giró su cabeza demasiado rápido a todas direcciones solo para encontrar con éxito la cabellera rubia entre el tumulto de gente, corrió lo más rápido que pudo mientras lo veía discutir con la chica de la aerolínea.

"Ya le dije que si lo desea cancelo mi boleto, no me voy a ir sin" Lo interrumpió al gritar su nombre.

"¡Yoongi!" Exhaló el aire que tenía en sus pulmones y sintió como quemó su garganta al exhalarlo por la boca.

A solo segundos - VkookWhere stories live. Discover now