No, gracias. •GammaShield•

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Bruce suspiró molesto. Agradecía la atención que le daban pero eso era demasiado para alguien tan tímido cómo él.

Dejaría la cocina tan pronto estuviera su café.

James y Strange no dejaban de insinuarse, mostrando competitividad entre ellos dos por ser elegido por el científico.

Estaba por tomar su taza y salir huyendo de ahí de no ser por una mano que le detuvo.

—El café sin leche no es lo tuyo. —dijo sonriendo Steve.

Notó que el capitán había servido una cantidad considerable a su café. Sonrió agradecido.

—Gracias Steve.

•••

—Bruce, ¿te gustaría ir a cenar? Conozco un buen restaurante por aquí cerca. —propuso el mago tratando de sonar seductor.

Bruce, sollozó en silencio sin que este lo viera, pues estaba de espaldas. Evitaba hacer contacto con él y James, le resultaba incómodo.

—Gracias por la invitación, Stephen pero tengo cosas que hacer. Tony me pidió que revisará unas cosas.

—Puedo acompañarte, Anthony también me pidió ir pero no le había confirmado nada.

Banner era capaz de hacer un berrinche ahí mismo. No dijo nada más que un simple "Está bien".

—Doctor Banner necesito un...— la entrada del rubio hizo reaccionar al mencionado.

—Oh, Steve claro ya tengo lo que necesitas.

Stephen salió tras despedirse de ambos, no se rendiría con el científico.

—¿Problemas?— preguntó Rogers sin quitarle la vista al trabajo que tenía en manos Bruce.

— Todo lo contrario.

•••

Soltó una maldición en su interior.

Quería estar tranquilo, tenía tiempo deseando leer un libro que había sido un regalo. Miró por la sala si había alguien más.

Exhaló con paz, a pesar de que esa era el centro de sus reuniones sociales, en días cómo esos, era totalmente un desierto lleno de comodidades.

Apenas retomaba la lectura cuándo sintió una mano en su hombro.

—Por fin te encuentro, Bruce.

—Hola James.

Se lamentó cerrando su libro, a ese paso lo terminaría hasta el próximo año.

—¿Qué haces solo? Bueno, en realidad es extraño no verte en el laboratorio. ¿Estás bien?

Bruce asintió, James era un gran amigo pero sus encantos no funcionaban con él.

—Si estoy bien, solo quería estar en otro lugar. —sonrió. —"Quisiera estar en paz pero con ustedes dos rondando cerca de mi es imposible."— pensó pasando su vista hacia el libro que tenía.

James leyó las letras en la portada.

—Nunca creí que te gustará la poesía.— comentó con un ligero deje de asombro.

—Así es pero esto es un regalo muy especial. Puede que la poesía sea muy interesante.

Barnes asintió confundido. Estaba por sentarse al lado del científico cuándo la voz de Steve le llamó.

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