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Valiente •Scarlettwidow•

Un día más daba comienzo. Se aferró a la persona que dormía aún a su lado.

La larga cabellera castaña en vez de molestarle en el rostro, le era cómodo.

Pasó su brazo por la cintura de la joven que seguía en el mundo de los sueños. Escondió su rostro entre el cuello y hombro de la menor comenzando a repartir besos en esa zona.

—Natasha, es muy temprano. —escucho decirle con la voz adormilada. —Tenme compasión, no me dejaste dormir.

La rusa rio suavemente. Giró con delicadeza el rostro de la melliza para mirarla detenidamente. Era toda una belleza.

—Bueno, eso fue tu culpa. Jamás te dije que me provocaras.

—Eres una tonta.

Ambos sonrieron antes de unir sus labios.

Era hora de seguir con sus dobles vidas.

•••

—Muchas gracias, señora. Vuelva pronto. — despidió Wanda a una clienta habitual que iba por bolsas de trigo.

Natasha llegaba con unas cajas repletas de verduras. Se acercó con intenciones de ayudarla pero la contraria se negó.

—Puedo con esto y más bonita. Ahora, ve y sigue atendiendo a los clientes. —le guiñó un ojo siguiendo con su actividad.

Wanda hizo caso a lo que su novia pidió.

Por un momento se detuvo a observar detenidamente el momento que vivía.

Tenía una pequeña casa a un lado de la granja que compro junto a Natasha, lejos de la ciudad, el ruido, el estrés.

Solo eran ellas dos.

A excepción de algunos amigos que decidieron seguir su ritmo de vida tan pacífico.

Soltó una sonrisa al recordar la manera tan inusual en la que se enamoró de su actual pareja.

—¿De verdad tenías que tirarme un jugo encima para hablarme?

Natasha rio al recordar. Dejó la caja que cargaba en el suelo para pasar sus manos a la cintura.

—Bueno... debías fijarte en mi de alguna forma. Nada mejor que tirar un jugo, fingir lamentarme, darte mi ayuda y querer recompensar el accidente con un helado.

—Eres toda una casanova. — halago Wanda con ironía. — Pero ahora eres mía.

—Alguien está siendo posesiva en este momento. Me gusta cuándo te pones así.

La rusa se fijó a su alrededor, tomó por la cintura a la menor para darle un cálido beso. Corto pero con una promesa de continuidad en unas horas.

—Los idiotas vienen hoy.

•••

—Ya llegaron las incestuosas. — se burló James llegando al patio trasero de la casa ajena.

—Idiota, es nuestra casa.

Natasha alzó la voz golpeando la cabeza con ligereza del pelinegro sentado en la banca que rodeaba una pequeña fogata.

—Bucky, no las molestes. —regaño T'Challa llegando a su lado. —Es un placer verlas de nuevo, chicas.

Wanda sonrió correspondiendo a la sonrisa del mayor. Dejó que la rusa la abrazara y dejando un beso en su mejilla.

—¿Y Steve?

James levantó los hombros restandole importancia.

—El enano llegó al pueblo. Seguramente estarán inspirando su amor.