¿donde podía conseguir una chica así?

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Por supuesto como el buen hermano que Dick era en cuanto escucho las noticias de que Dami salió herido en una patrulla partió a la mansión para ver cómo estaba su hermanito llevándole unas flores.

Pero ahora que lo recordaba a Damián no le gustaban mucho las flores... ¡Oh! Se las podría dar a Sia quien de seguro con su novio herido debería estar preocupada y angustiada, por lo que como la persona encargada para recibir a otros en la familia era el trabajo de Dick animarla un poco.

En cuánto entro a la mansión saludo a Alfred quien lo recibió con gusto igual que siempre y estaba por contarle de su viaje cuando algo lo distrajo.

— ¿Estoy alucinando? — Murmuró en voz alta al ver a Sia caminar hacia el segundo piso con un vestido de rayas celeste y blanco, un delantal blanco encima con detalles en rojo,  medias largas y blancas a juego y un gorrito blando sobre su cabeza que parecía de enfermera.

— La Maestra Sia decidió hacerse cargo de la recuperación del joven amo Damián y se toma su trabajo muy en serio. — Contesto Alfred a su pregunta mientras Dick continuaba siguiendo con la mirada a Sia que desaparecía en el segundo piso.

— Ya veo... — Murmuró por lo bajo tragando saliva ¿Donde encontrabas a una chica así? Dick debería preguntarle a Dami donde encontró a alguien tan fantástica como Sia que llegaba a los extremos de hacer Cosplay de enfermera para atenderlo, o si es que tenía una hermana...

— Ahem. — Carraspeo el mayordomo sacándolo de sus pensamientos. — ¿Desea comer algo antes de visitar al amo Damián? — Preguntó elevando una ceja.

— Gracias Alfred, estoy muriendo de hambre. — Sonrió de vez en cuando robando miradas al segundo piso pero Sia ya había desaparecido por lo que tan solo siguió a Alfred a la cocina.

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— Como ya te dije esto es totalmente innecesario. — Se quejó Damián mientras Sia sostenía una cuchara cerca de su rostro para poder alimentarlo.

— Órdenes del doctor ahora di "ah~" — Indico haciendo un puchero al notar que Damián se rehusaba a comer. — ¿Por favorcito?

— TT. — Contesto abriendo la boca para recibir el bocado evitando la sonrisa brillante de Sia.

— Oh tienes algo en el labio. — Comento Sia dejando la bandeja con comida de lado para acercarse a Damián.

— ¿Dond—sus palabras se quedaron en su garganta al sentir la lengua de Sia pasar por la comisura de sus labios. — ¡¿Que estás haciendo?! — Chilló escandalizado haciendo que la chica le viera curiosa.

— ¿Limpiando te? — Interrogó pareciendo inocente y cierto, criada por el diablo y un demonio, Sia no tenía idea de lo que era el espacio personal. — Además ya nos besamos no veo porque esto es diferente. — Añadió bajándose de hombros y Damián paso una mano por su rostro.

Luego de su conversación cuando despertó no habían vuelto a mencionar el tema pero era obvio que Sia lo tomo como una señal para poder ser más libre con su afectó mientras que Damián aprovechaba lo indefinido de su situación a su favor.

Sia no mentía, y aunque estiraba la verdad un poco, si alguien le preguntaba de forma directa ella no dudaría en responder honestamente y Damián no quería hacerla mentir, por lo que por ahora no tener etiquetas era algo bueno.

Damián quería a Sia, de eso estaba seguro, y estaba dispuesto a aceptar estar en una relación con Sia a pesar de todo el caos que era seguro vendría con la chica, pero sabía que el resto del mundo no vería su relación de igual forma.

Una relación entre hermanos consanguíneos era ilegal en casi todas  las legislaciones del mundo, y visto con reproche por la mayoría, y eso era sin pensar en lo que su familia diría.

Good is the New BlackWhere stories live. Discover now