Capítulo 17: Los amigos no se besan en la boca

334 19 11
                                    


Gracias por la paciencia y FELIZ AÑO NUEVO! Espero que este año vaya mejorando la situación que tenemos alrededor del mundo. 

Estaban agotados de tantos ensayos, ambos eran muy perfeccionista a lo que su trabajo se refería y habían repetido una y otra vez la canción hasta terminarla tal y como ellos querían. En otras circunstancias alguno seguro que hubiera rechazado la idea de Antonio y se habría ido pronto a la cama ya que a la mañana siguiente tenían que grabar la definitiva debido a que Miriam por la tarde tenía que viajar para Almería para encontrarse con sus compañeros para el último concierto de OT. Aún así las ganas que tenían ambos de pasar un rato divertido hizo que todos aceptaran y ahí estaban Antonio, Efrén, Luis, Pablo, Miriam, Carmen y Jan cenando en un restaurante que le encantaba a Antonio.

-¿Vas a dejarme tocar la batería en alguno de tus conciertos? Mi padre no me deja aún en los suyos.

Jan que adoraba a Pablo se había sentado al lado de él.

-¡Sabes que puedes venir a tocar siempre que quiera!-sonrió Pablo antes de beber de su copa y eso hizo sonreír a Jan.-Pero tienes que pedirle permiso a tu padre.-Pablo sonrió pero esta vez Jan no.

-Mi padre dice que sería explotación infantil, pero, si me pagas igual que a tus músicos no sería ¿no?

Eso hizo a Pablo soltar una profunda carcajada que hizo que Miriam que estaba hablando con Carmen de su tierra, prestara atención a la conversación al igual que Carmen, las mujeres estaban sentadas enfrente de ellos.

Jan vio que había captado la atención de Miriam, a quien ya le había dicho un par de veces que era muy guapa, muy simpática y que cantaba fenomenal, se había pasado casi toda la tarde en el estudio con ellos y Efrén. Al ver que había captado su atención intentó otra idea.

-A lo mejor necesitáis un baterista cuando cantéis vuestra canción.-dijo mirando a Miriam, luego a Pablo y por último a Miriam de nuevo con una sonrisa encantadora. Eso hizo reír a Miriam.

-De momento con el piano vamos tirando ¿no?.-sonrió Pablo revolviéndole el pelo al crio mirando a Miriam.

Miriam rio y bebió de su copa.

-No quieras correr tanto, tendrás tiempo para eso cuando seas más mayor.-afirmó su abuela.

Jan refunfuñó por las negativas pero 5 minutos después ya había olvidado el tema y estaba hablando animadamente de otras cosas con el resto.

La cena pasó rápida con conversaciones amenas y divertidas entre todos los comensales. Cuando todos habían terminado de cenar. Carmen anunció que volvía al cortijo con Jan ya que el resto había decidido acercarse a un bar que había por allí cerca con un reservado y el dueño era amigo de Orozco.

-¡Jo! yo quería ir con vosotros.-se quejó Jan.

-Sabes que a donde vamos no pueden ir niños.-se disculpó Orozco abrazando a su hijo.-Nos vemos mañana campeón ¿vale? No voy a volver muy tarde e iremos mañana a dar una caminata juntos.

De mejor humor tras la promesa de su padre Jan se despidió de todos.

-Me debes un baile ¿vale?-preguntó a Miriam al abrazarla.

-Eres un picarón.-afirmó Luis que había escuchado al pequeño.

Pero Jan seguía mirando a Miriam esperando una respuesta.

-¡Cuándo quieras!-dijo agachándose un poco para mirarlo más cerca.

Jan sonrió de oreja a oreja y volvió a abrazarla.

Ellos y un piano: PabliriamWhere stories live. Discover now