Capítulo 12 Sinusitis

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Hola people, muchas gracias por la gran respuesta que tuvisteis ayer. No me imaginaba que tantas personas siguieran tan pendientes de esta historia. A ver que os parece la vuelta ;)

El resto del camino a casa de Pablo, Miriam estuvo dándole vueltas a la conversación con sus padres, la ruptura con su novio, haciendo que su estado de humor siguiera un poco frágil. En el fondo de su corazón sabía que había hecho lo correcto para el momento de su vida en el que se encontraba, pero claro, el amor no se puede matar de golpe. Habían sido muchos años junto al que ahora era su ex, unos años muy buenos.

Pablo hacía muy poco había llegado del médico, tenía, según el médico, sinusitis y le había recetado unas pastillas para el dolor y la fiebre, que empezaba a subirle.

Al final había claudicado, debido a que había llamado a su madre para intentar arreglar la situación de su novia con ella, pero esta se había ido por la tangente, y le había estado insistiendo y amenazando con cogerse un AVE para llevarlo ella misma sino iba al médico inmediatamente. Pablo sabía que su madre hablaba completamente en serio por lo que tuvo que hacerle caso e ir.

Cuando Pablo abrió la puerta con una amplia sonrisa al verla y la vio con esa cara, automáticamente se preocupó y al preguntar hizo que Miriam hiciera un pequeño puchero para no volver a llorar.

Al verla, su corazón se enterneció y tiró de ella para abrazarla, sin decir nada más fueron abrazados hasta sentarse en el sofá. Pablo se quedó callado, dándole el tiempo que ella necesitara para romper el silencio, y lo rompió con algo que él no había ni imaginado, sorprendiéndole.

-El otro día rompí con Pablo y acabo de hablar con mis padres para contárselo. -dijo limpiándose los ojos con un clínex que Pablo le había ofrecido.

Por lo que le había contado ella en alguna ocasión, llevaba mucho tiempo con su novio, y por lo que contaba de él, era una gran persona a la que quería mucho ella y la familia de ella.

No supo cómo consolarla o que decir, él tampoco estaba en su mejor momento de la relación con Claudia. Él había roto apenas un año antes con Laura, con quien llevaba media vida. Laura había sido y seguía siendo una persona muy importante para él, pero ahora en otro nivel más de hermandad y eso le había costado mucho conseguirlo, una ruptura nunca era fácil. Y más cuando ambos intentan acabar bien, como amigos.

-Si prefieres estar sola, lo entiendo completamente, no tenias que haber venido sino te apetecía. Sabes que las puertas están abiertas para ti, puedes venir cuando quieras.

-Gracias. -le sonrió agradecida por sus palabras. -No, ahora no me apetece estar sola. -dijo con sinceridad mirándolo.

Miriam lo miró a los ojos y se fijó en algo que no se había percatado hasta ese momento, ¡la cara de Pablo era un cuadro!

-Madre mía Pablo, ¡estás horrible! -exclamó separándose un poco más de él para mirarle bien la cara.

-Vaya, muchas gracias por el piropo ¿te traigo un espejo? -preguntó con sorna.

Automáticamente, como acto reflejo Miriam se llevó las manos a la cara, haciendo reír a Pablo.

-Es broma, es broma, tú estás guapa siempre. -le dijo con sinceridad.

-Tú normalmente lo estás...-eso hizo sonreír a él de nuevo-pero este no es el día. ¿Estás malo verdad? ¿Por qué no me lo has dicho? -se quejó. -Te hubiera dejado descansar. -le regañó poniéndose de pie, dispuesta a irse.

Pablo se levantó para agarrarla de la muñeca e impedir que cogiera su bolso, el cual había dejado caer al lado del sofá cuando se habían sentado en este.

Ellos y un piano: PabliriamWhere stories live. Discover now