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—¿Cómo es que posees el sello del Byakugo y no puedes concentrar tu chakra para hacer una sencilla invocación? —le preguntó Kakashi bastante sorprendido.

—¡No me molestes, espantapájaros! —replicó ella usando esa acentuación en el nombre de Kakashi que delataba sus verdaderas intensiones.

—Y aquí vamos de nuevo, te comportas como a los seis —la reprendió negando, obteniendo una mirada asesina—. Mira, esto —dijo ahora sacando un pergamino de su ropa—, quería ver qué invocabas por ti misma, pero creo que necesitarás ayuda, como sea, este es un contrato para realizar un trato con los perros ninja. Corta un poco tu mano, necesitarás sangre.

—Mmm... Tsunade me aconsejo tener cuidado con los contratos de sangre —murmuró Juuri mientras veía el pergamino, antes estaba el nombre de Kakashi, lo miró con burla—. Así que tú también tuviste problemas para invocar al inicio.

—Para invocar a los siete sí, en un inicio —respondió orgulloso, haciendo que ella se callara.

—Siete... Sí, tenía que ser él... —murmuró Juuri mientras sacaba su kunai, luego cortó su dedo indice.

Escribió su nombre y después, siguiendo las instrucciones de Kakashi, se preparó para hacer los sellos.

—Mmm... ¿Puedo decidir qué raza de perro invocar? —le preguntó, Kakashi se encogió de hombros.

—Nunca me preocupe por ello, pero siempre que lo he necesitado, pienso en las cualidades de mi compañero, con el tiempo he podido invocar al que yo quería en ese momento —contestó.

—Bien, aquí voy... —anunció Juuri.

Con rapidez realizó los sellos, distrayéndose brevemente con lo que podría ser un aullido/quejido de una persona a lo lejos, lo curioso fue que eso la hizo pensar en un lobo, como los que había visto con Tsunade en su viaje por las tierras del País del Hierro hace años.

—¡Juuri! —la reprendió Kakashi notando su distracción.

Ella de inmediato realizó el sello, aún pensando en el lobo, y justo después de ese momento, una nube de humo se levantó, cegando su vista brevemente y provocando que comenzará a toser.

—Bien, creo que no funci...

—Juuri —la llamó Kakashi adoptando una pose ofensiva, ella lo miró—. Avanza despacio hacia mí.

—¿Qué? ¿Pero por qué...? —preguntó Juuri hasta que escuchó un gruñido salvaje.

Girando lentamente su cara, vio que tenía un lobo blanco gruñéndole de frente. Juuri trago saliva mientras lo miraba fijamente a los ojos y comenzaba a retroceder hacia Kakashi.

—¡¿Quién me llamó?! ¡¿Dónde estoy?! —demandó furioso el lobo.

—¡Habla! —observó Juuri—, ¡Tú dijiste que no hablaban! —le reclamó a Kakashi.

—No, yo dije que no siempre hablaban, pero parece que él sí...

—Bien... Yo te invoque —le informó Juuri al lobo—. Creo...

—¿Tú? —se burló, luego se acercó y la olfateo.

—Sí, fui yo, ¿Algún problema? —le preguntó un poco molesta Juuri por su tono, luego se levantó, el lobo era casi tan alto como ella parado en cuatro patas.

—Yo no sirvo a cualquiera, ha pasado mucho tiempo desde que alguien digno me llamó, así que me iré...

—¡No, tú no te vas! —lo interrumpió Juuri—. Me esforcé mucho por hacer bien este jutsu y sorprendentemente lo único que pude invocar fue a ti, así que no puedes irte así como así, un contrato nos une —le informó señalando el pergamino.

La Ninja Lobo de KonohaWhere stories live. Discover now