My Queen (MoonSun)

XIII

MARATÓN:4/5

La rubia y la pelinaranja caminaban con los guardias a sus espaldas. Todas las miradas se posaban en ellas, pues ya sabían que esa rubia era la Omega de la reina, todos veían sorprendidos a ambas Omegas y todos se preguntaban qué hacían caminado como si fueran simples pueblerinos en vez de ir en un carruaje.

Las dos Omegas pudieron ver un lugar donde se podían ver frutas y verduras por la parte de afuera. El lugar estaba un poco lejos, pero se podía ver con claridad, por lo que la rubia corrió hacia allí. HyeJin trató de gritarle que no corriera, pero antes de poder decir algo, noto que la rubia se perdia entre toda la gente de allí. La pelinaranja sabía que no sería difícil el encontrarla, pues la vestimenta era increíblemente diferente a la que los pueblerinos portaban, además de que la mayoría eran castaños y la Omega era rubia.

YongSun corrió, pero cuando volteó hacia atrás, no pudo ver a HyeJin, solo pudo ver gente caminando por doquier. Decidió que llegaría a la tienda, seguro HyeJin la alcanzaría allí. En cuanto la rubia corrió hacia donde estaban las frutas y verduras, se puso a ver todo, las frutas estaba un poco pasadas, pero eso no le importó. Las frutas y verduras se encontraban en la parte exterior de la tienda, por lo que al ver la puerta, se dirigió a ella y se asomó, notando que habían más cosas allí adentro, además de más gente.

Yong se adentró a la tienda, y en cuanto la puerta fue abierta, el sonido de una campana sonó, asustando a la rubia y captando la atención de los demás clientes y del mismo dueño de la tienda. Todos se quedaron sorprendidos al ver que había una rubia con ropa costosa y elegante, pero inmediatamente la reconocieron como la Omega de la reina. Todos los que estaban allí adentro se inclinaron rápidamente y la rubia, incómoda, se dirigió a un estante donde había bolsas de harina y algunas galletas con pan.

-Su majestad ¿Busca algo en espacial? – el hombre que reconoció como el dueño de la tienda se acercó.

-Quiero diez cajas de galletas – la rubia sonrió.

-¿D-Diez? – el hombre pregunto con sorpresa.

-¡Si! Son para los niños del orfanato – la Omega dijo con emoción, pareciendo una pequeña niña, haciendo que los clientes sonrieran ante la actitud.

La Omega agarro las diez cajas de galletas que quería, también se dirigió hacia otro lado, donde había dos pasteles grandes.

-Quiero esos pasteles – la Omega apunto a la dulce comida.

-¿L-Los dos? – pregunto sorprendido el dueño.

-Si ¿Cree que es mucho? – la rubia hizo un puchero.

-N-No, es solo que me he sorprendido. Nadie compra los pasteles, son... demasiado costosos – aquel hombre respondió.

-Pues yo me llevaré los dos pasteles – la rubia sonrió, pero su sonrisa desapareció cuando la puerta fue abierta bruscamente y HyeJin apareció con rostro preocupado.

-¡YongSun! – La pelinaranja se acercó a la rubia – No te vuelvas a ir corriendo – dijo jadeando.

-Lo siento – susurro la rubia.

-No es nada, solo que tuve que correr hasta aquí – sonrió la mayor – Los guardias se quedaron afuera, tenemos el tiempo que queramos – dijo HyeJin.

-De hecho... yo ya pedí lo que quería – la rubia sonrió tímida.

-¿Qué pediste? - pregunto, pero de repente un hombre se acercó con dos pasteles y las diez cajas de galletas – ¿¡Has pedido 2 pasteles!? – preguntó sorprendida la pelinaranja.

-S-Si... – sonrío con nerviosismo – Unni, cargue las cajas por mí, yo cargaré los dos pasteles

Ambas Omegas agarraron las cosas, YongSun pago las cosas sin ninguna dificultad y se fueron de aquella tienda. Los guardias, al verlas cargar cosas pesadas, se ofrecieron a llevar todo, pero la rubia se negó y HyeJin siguió cargando las cajas de galletas.

Cuando ambas Omegas llegaron al orfanato, todos los niños se habían puesto a gritar al ver los pasteles y las galletas. Y las dos Omegas que trabajan allí estaban demasiado agradecidas.

ΩΑ

Ya se había hecho de noche. Ambas Omegas estaban en el carruaje, yendo de vuelta al castillo, HyeJin estaba un poco decepcionada, pues no habían podido ir a todos los lugares que querían, pues habían pasado más tiempo de lo planeado en aquel orfanato, pero no se arrepentía de nada.

YongSun enserio quería hablar con MoonByul acerca de lo mal que estaba el pueblo, pero sabía que el Alfa no la escucharía, pero igual haría el intento.

Cuando Yong se puso su pijama, se dirigió a su habitación. Cuando entró, pudo ver que estaba MoonByul sentada en la cama, recargándose en una almohada.

-Tardaron mucho – la Alfa suspiro al ver a la rubia allí.

-Lo siento, nos entretuvimos bastante – la Omega sonrió acostándose de su lado de la cama.

-¿Qué hicieron? – la Alfa le preguntó.

-¡Fuimos al orfanato! Todos los cachorros estaban felices de vernos — la Omega río al recordar a todos los pequeños corriendo — ¡Hasta había algunos cachorros en su forma de lobo! — exclamó feliz.

-Si tan feliz te hace, ve más seguido al orfanato – es lo único que dijo.

-Si... sobre eso... quiero pedirte una cosa – la rubia se sentó y se puso más seria.

-¿Pasó algo malo? – la Alfa levantó una ceja confundida.

-De hecho... si – susurró la Omega.

-¿Qué fue lo qué pasó? – la Alfa también se puso más seria y entre cerró los ojos.

-Veras... HyeJin y yo estábamos en el momento que les dieron de comer – empezó a explicar la Omega – al momento de ver lo que comían... yo – a la rubia se le empezaron a cristalizar los ojos – ¡Yo no pude creerlo! – La Omega estalló en llanto – E-Era tan poco lo que comían y-y cuando fui a l-las habitaciones, las camas eran tan pequeñas, las que trabajaban allí dijeron que dormían dos niños por cama

La Omega seguía llorando, mientras MoonByul la veía con seriedad. La Alfa al ver a la Omega así, no tuvo otra reacción más que abrazarla.

-Y-Yo... me sentí tan mal. Las trabajadoras me dijeron que era tan poco el dinero que recibían – la Omega siguió sollozando – Y-Yo adoro a los niños y-y pensar que comen tan poco y q-que tienen mala vida hace que me sienta tan mal

-Esto es mi culpa – susurro la Alfa – Jamás me preocupe por el pueblo, siempre fui egoísta y mala reina, pero te juro que cambiare, juro que cambiare por ti