KIM YONGSUN

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MARATÓN:(6/6)

Cuatro años atrás

-¡Papá, por favor, déjame salir! – grito la rubia Omega desde el interior de su habitación.

-¡No iras a ningún lado! – regaño el Alfa.

-¿¡Porque no me dejas ir a ningún evento!? – la voz de la rubia se escuchó entrecortada.

-No tienes razones para ir, solo es la boda de Bae JooHyun y la princesa de Seúl Moon SeulGi – reclamo el rey.

-Ni siquiera me dejaste ir a la boda de los nuevos reyes de Daejeon – sollozo.

-Acababa de pasar una semana desde el funeral de BaekHyun, ni siquiera yo asistí – se excusó.

Así era la vida de Kim YongSun, estar encerrada en el castillo sin poder salir. Hace apenas unas semanas su padre Omega había muerto, y no sabía el porqué, su padre nunca le dijo nada. El maltrato del pueblo siempre iba hacia ella; la culpaban de todo.

La rubia omega de 16 años sollozo, sabía que de ahora en adelante su vida iba a ser horrible. Su papá BaekHyun siempre se encargaba de defenderlo de malos comentarios y de los maltratos, pero ahora el ya no estaba.

ΩΑ

Un año pasó desde la muerte de su padre Omega, ya no soportaba estar allí; quería largarse. La rubia arremangó la gabardina que traía puesta, viendo todos aquellos hematomas que tenía en sus brazos y sollozo.

Aquel día su padre no estaba presente, había ido a la coronación de una tal Moon ByulYi en quién sabe dónde y tampoco le importaba aquello.

La rubia se acercó a una pared, donde había una pintura de su fallecido padre. Suspiro pesadamente y sus lágrimas siguieron cayendo; lo extrañaba tanto. Junto a esa pintura, había una donde ella tan solo tenía 5 años, era muy feliz en aquel entonces; su papá Omega la cargaba y le sonreía mientras su papá Alfa le daba un beso en su mejilla, extrañaba esos tiempos; donde ChanYeol era un buen padre y lo defendía de todo a ella y a BaekHyun.

YongSun salió de su habitación, tenía hambre y la cena ya debía estar servida. Mientras caminaba por el castillo, uno que otro sirviente le daba una mirada de asco, no podían creer que el único heredero al trono fuera un Omega.

Aun cuando todos la odiaban, nadie se podía acercar; después de todo seguía siendo la princesa y la debían respetar, aunque había uno que otro que se pasaba de listo y la agredía, pero su padre inmediatamente lo mandaba a la guillotina.

Una vez le paso que estaba en su habitación y decidió salir al jardín, pero camino hacia allá su celo había llegado; su aroma atrajo la atención de uno de los guardias Alfa. Aquel día casi fue abusado por un Alfa, hasta que su padre sintió el miedo de YongSun a través del lazo familiar y fue hasta ella, matando inmediatamente a aquel Alfa.

YongSun a veces se confundía; su padre la protegía de otros, pero el mismo la maltrataba y aquello realmente la molestaba, había veces en las que creía que su padre la quería y otras en la que creía que la odiaba.

ΩΑ

Dos años ya habían pasado desde el fallecimiento de su padre, en aquellos momentos su padre Alfa la acababa de golpear y ella se encontraba sollozando en su cama; pero ella no dejaría que esto siguiera, que la siguieran maltratando.

La rubia se acercó a su armario y saco una capucha celeste con bordes dorados y con sigilo se fue hasta la entrada del castillo. Logro abrir la pesada puerta y no se molestó en cerrarla; salió corriendo. Unos guardias que la reconocieron le empezaron a gritar que volviera, pero ella no lo haría.

Así fue como salió de Busan, dispuesto a ir al reino vecino, Daegu; pero la rubia no se quedaría allí, ella iría lo más lejos posible de Busan.

Le tomo algunas horas llegar a Daegu caminando; mientras caminaba por el pueblo, nota que había gente reunida en un solo punto, había un carruaje azul en medio de todo; la gente se amontonaba y alguien pelinegro salió junto con alguien de cabello azabache, pero decidió ignorarlas. YongSun caminaba y sintió que alguien agarro su brazo.

-Princesa, por fin la encontramos – la rubia reconoció a uno de los guardias de Busan.

La rubia empezó a correr lejos. Mientras YongSun corría, sintió que choco con alguien y la Omega cayó al suelo.

-Oh, lo siento; no vi por donde iba – una dulce voz le dice aquello y le tendió una mano.

YongSun agacho la mirada, reconocía a la persona como la pelinegra que había salido del carruaje hacia unos momentos.

-P-Perdóneme usted a m-mí, es que iba con prisa – YongSun hizo una reverencia, sabiendo que ellas eran gente de la realeza.

Probablemente las reinas de Daegu.

ΩΑ

Así paso una semana, en la que YongSun se tardó en llegar a un extraño lugar. La Omega no sabía dónde se encontraba, solo sabía que estaba lejos de Busan.

Durante aquella semana había sido acogida por una amable anciana que le dio de comer, alegando que ella se veía muy flaca. Después de eso la vieja Omega le dio una cama donde dormir. Cuando amaneció, la joven Omega le agradeció a la mujer y siguió caminado hasta otro lugar.

Después de horas más de caminata, llego hasta un pueblo; el pueblo se veía mal, con pobreza extrema, las casas feas y pequeñas. Había obscureciendo y ya era de noche, la Omega noto que a pesar de que el pueblo era pobre, la gente parecía ser feliz; habían algunos niños riendo y corriendo por doquier.

-Disculpe... – una voz le llamo la atención, un pequeño cachorro estaba junto ella.

-¿Si? ¿Que necesitas? – pregunto la rubia.

-¿Tiene usted comida? – Cuestiono – Es que mi mamá y yo no hemos comido desde ayer y mamá no tiene más dinero

-¿El rey no le da dinero al pueblo? – preguntó frunciendo el ceño.

-Mamá dice que la reina es una tonta que no se preocupa por nosotros – río inocente el cachorro.

La rubia frunció el ceño y agarro todo el dinero que había agarrado antes de irse de Busan; era una bolsa llena de monedas de oro.

-Cómprense comida con esto – la rubia le tendió todo el dinero al pequeño.

El pequeño cachorro le agradeció y se fue con su madre para mostrarle lo que la rubia le había regalado. Por otro lado, YongSun estaba furiosa con quien era la reina de aquel pueblo.

YongSun siguió caminando y una fuerte tormenta había empezado. La Omega camino hasta que noto que llego a un gran castillo; la reina de aquel pueblo tan destruido debía estar allí, por lo que se acercó hasta allá.

-¡Omega! – Grito uno de los guardias captando la atención de aquella Omega con capucha celeste – ¡No tienes permitido estar aquí! – grito el guardia.

Amigos QwQ
Este es el final de esta hermosa historia QwQ
Aquí es donde termina nuestro viaje en esta historia, estoy triste por qué aquí termina, pero feliz por qué también termina, de no ser por qué Kukiko_chan que me dejó adaptar esta historia a mi ship favorito MoonSun no habría sido posible esto
Y mucho menos si ustedes no estuvieran leyendo esta historia, solo puedo decirles que muchas gracias por esto, ya que esto no es un adiós, si no que es un hasta pronto, estaremos leyendonos pronto.

My Queen (MoonSun)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin