💌 Capítulo № 16 💌

631 92 31
                                    

— ¿En serio no me reconoces?

Negó por décima vez aquella pregunta. El otro formó un puchero, cruzando sus brazos sobre el pecho, al mismo tiempo que se recostaba encima el escritorio que utilizaba la enfermera diariamente para sus labores. Taehyung lo miró pensar, sometido en sí mismo, seguramente, intentando encontrar una manera de hacer que lo recordase, pero en serio, no lo hacía.

¿Dónde había visto a ese pelirojo risueño?

Los únicos rostros que el “disco duro” que tenía dentro de su cabeza–como un almacenamiento de recuerdos–, eran las facciones felinas de su lindísimo crush, las mejillas regordetas de su mejor amigo, la “perfección” del rubio mentoso, sus padres y más personas secundarias en su vida. Pero nada sobre el pelirojo frente a él, nada de nada, ni un poquito.

— No. Lo siento, pero no —Admitió.

— ¿Ni un poquito?

— No.

El de cabellos rojos suspiró incrédulo, algo indignado.

Tae rascó su cuello incómodo. No quería ser grosero, pero si una persona se niega más de una vez, era ilógico insistir tanto. No recordaba a ese chico, tampoco tenía un vago recuerdo de su existencia. Más bien, pensó que esa es la primera vez que cruzaba palabras y miradas con el pelirojo desconocido. Realmente, si seguía preguntándole, él no pararía de decir que no, y es que era la simple verdad.

¿Por qué insistía tanto?

¿Qué era esto, una historia cliché donde un chico lindo y pelirojo aparece en tu vida de la nada diciendo que te conoce?

¿Qué es esto? ¿Una película de Netflix?

— Vaya, me siento muy ofendido, brillitos.

Otra vez ese apodo.

¿Por qué demonios lo llamaba de ese modo?

— Como sea, mejor responde mi pregunta ¿Quién eres? —Algunos minutos luego de tomarse el tiempo de “conocer” al otro, y preguntará con su curiosidad de gato quién demonios era, el desconocido nunca respondió, ignorando su pregunta.

— Oh, lo siento. Olvide que preguntaste eso —Habló, riendo apenado.

Taehyung lo observó esperando una respuesta precisa, al mismo tiempo, aprovechando para analizar cada detalle del otro. Sí, era bonito, lo veía con sus propios ojos. Las chicas seguramente morirían ante alguien como él, ¿Por qué hasta ahora notaba su existencia? Literalmente esos cabellos rojos y ese rostro eran una maravilla, seguramente–y por opinión suya–, ese chico debería ser una celebridad, o quizá hasta ser un idol integrante de un grupo mundialmente famoso, compuesto por siete integrantes... ¡Vaya! De sólo pensarlo... ¡Incluso él se uniría a la agrupación! Viajarían por todo el mundo, ganarían muchos premios y… y...

Disculpen.
Se estaba saliendo del punto principal.

La idea es que, sí, ese pelirojo era muy bonito.

¿Pero quién es?

— Me presentó, pero para que que sepas, nosotros ya nos conocíamos, y sigo sin entender como demonios olvidaste quien soy... sabiendo lo que hiciste.

— ¿Lo que hice?

— Sí, lo que hiciste —Le reprochó, enmarcando la última oración.

El castaño inmediatamente arrugó su naricita, golpeando internamente a sus neuronas, necesitaba hacer que su sistema cerebral se actualicé y le recordará todo ese embrollo, o seguro explotaría por sobrecarga, igual que una computadora que está desactualizada y que no recibe atención de un técnico.

El Día Después de San Valentín |YoonTae| (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora