CAPITULO 10

3.4K 249 76
                                    

Hablar no es suficiente

Salgo de la celda mientras subo el cierre de mi suéter hasta el cuello. Camino al comedor con tanta intriga por los ruidos de las armas siendo atendidas son cada vez más fuertes opacado la voz de aquel señor con la funda de metal en el antebrazo que todavía no he tenido oportunidad de conocer. Observa a cada uno de las personas que aseguran las armas, él no hace nada para ayudar, solo está de pie a lado de los escalones. El lugar está completamente habitado por ellos.

Maggie me mira por un segundo y regresa su atención al rifle, me acerco a su lado y me siento sobre la banca. Saco la barra que me dió ayer Carl de mi bolsillo trasero y empiezo a comerla mientras presto atención en cómo colocan las balas y los seguros junto con los cartuchos memorizándolo y así no molestar al hijo de Rick para pedirle ayuda.  Acomodo las balas que están regadas por toda la mesa.

Cuando empezó todo esto, jamás creí estar rodeada de tantas armas. Armas que odiaba la tía Julia. Nunca nos dejó ver películas que contenían este tipo de cosas y mucho menos violencia. Era tan conservadora. Ahora mismo le estaría dando un ataque al corazón si me viera solo con esta mini bala entre los dedos.

Tomo otra bala y la miro con detalle mientras mastico el último bocado del desayuno. La meto en la caja pequeña de cartón junto con las demás. Debe de estar todo en perfecto control y así sea más fácil, pero la mesa de Maggie es un desastre. Algunas caen al suelo provocando el eco de ese delgado metal chocar contra el suelo.

—Carl, pon estás balas en el muelle de vigilancia donde están las demás armas —el chico toma la caja que le extiende Glenn y asiente saliendo del comedor. No me había percatado que estaba aquí—Si alguien queda atrapado, debe de tener suficientes armas para sobrevivir.

El chico asiático se da vuelta y camina a la otra salida del comedor, está a punto de subir las escaleras, pero lo detiene ese hombre que milagrosamente ha cerrado la boca. Lo único que salen de ella son palabras que molestan a Michonne. Puedo sentirlo en su rostro.

—¿Por qué no cargamos la mayor parte de las armas a los carros y atacamos al gobernador?

Propone. Arrugo el entrecejo al darme cuenta que es una mala idea. Y peligrosa. No hace falta conocerlo del todo para darme cuenta que dice tonterías. Lo escuché el segundo día mientras desayunaba.

—Le dije a Rick que todos nos quedaríamos aquí y así lo vamos a hacer.

Le contesta Glenn con seriedad sin interés de iniciar una discusión o una charla. Me guardo la basura de la barra en el bolsillo del pantalón algo preocupada. Es lo que menos quiere en estos momentos, aún así, todavía tiene la mirada retadora. Me levanto de la banca y camino a la mesa de Michonne para ver las otras armas que son diferentes a las que carga Maggie. Todos siguen preparándolas, sin dejarles de prestar atención todavía.

—Puede que Rick haga algo mal y todos quedemos muertos por su culpa.

No lo hizo ayer. Salió herido, pero nadie muerto. Rick es bueno manteniendo a las personas a salvo.

—Queda claro que no lo conoces— digo sin pensarlo mirándolo incrédula.

Soy la primera en decir que debemos de pensar antes de actuar y soy la primera en no respetar esa frase. Es solo que sus palabras me han calado el cráneo como un tornillo. Es mentira y no las tolero. Rick todavía no me ha mostrado que es de esas personas que suelen equivocarse a cada rato. De lo que he conocido de él, me ha dejado ver esa parte responsable y madura en hacer las cosas y tomar decisiones. Justo lo que mis amigos necesitábamos. Él no arriesgaría nuestras vidas por hacer un acto de venganza. No es un adolescente.

• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora