PRÓLOGO

22.4K 756 709
                                    

La cabeza solo me palpita de tan solo pensar en una respuesta para contestar correctamente. El examen está completamente en blanco sin ninguna mancha gris de lápiz. Echo la cabeza hacia atrás mirando el techo neutro del aula de clase, lo veo por varios segundos como si una respuesta fuera a caerme, pero no es así. Ruedo los ojos algo fastidiada y luego miro a Melody, que se encuentra muy concentrada contestando con rapidez. Tiene una media sonrisa orgullosa de sí misma. Está vez decido no molestarla y una parte de mí dice que sí si no quiero reprobar el examen. Con demasiada culpa en el pecho, toco su brazo y como rayo me volteo para percatarme que la maestra no me esté viendo.

Melody es la típica chica inteligente que todo el mundo quiere ser su amigo. Tampoco es la más popular de la escuela, estamos en primer año apenas. Sin embargo, muchos quieres estar con ella. Yo no. Soy su amiga porque me gusta su forma de ser. A su lado soy invisible para los demás y a ella no le importa con qué gente debe juntarse. Es mi mejor amiga y sigo haciendo cualquier cosa por ella, es lo que hacen las amigas, así que en estos momentos también puede pasarme una que otra respuesta para mi examen que se encuentra en blanco y no lo puedo entregar de esa manera.

-¡Pss! Melody, pásame unas cuantas respuestas- le susurro con fuerza para que pueda escucharme sin que los demás se den cuenta.

-¿No estudiaste?- me pregunta de la misma manera dirigiendo su mirada a la maestra para prevenir que estemos platicando...o copiando.

Siento que mi rostro se derrite de vergüenza al escuchar tal pregunta que no quiero contestar. En otras ocasiones estudiaría aunque sea un poco, pero está vez no pude.

Si tan solo pudiera contarle que todo lo que me pasa fuera de la escuela seguro lo entendería, pero otro lado de mí dice que no. No lo entendería en lo absoluto. No entendería lo que ha estado pasando en mi cabeza toda esta semana. Las preocupaciones de mi padre que poco a poco se han vuelto mías. ¿Por qué tengo que convertirlas también mías?

Dicen que todos tenemos mundos diferente en nuestra mente, pero también podemos combinar esos mundos para crear otro y apoyarse mutuamente. Ahora mismo no puedo ni hacer eso. Es un problema que mi papá y yo no podemos resolver. Él necesita ayuda de unas personas capacitadas, preparadas y no de una niña que apenas sabe hacer ecuaciones de segundo grado. Quiero ayudarlo aunque sea a que esto no se vuelva su adicción.

Los secretos deben guardarse. Él me prohibió hablar de esto. Es un sucio secreto que no me deja dormir.

-No- le respondo regresando mi vista a la hoja que se encuentra encima del escritorio, al instante regreso a ella -Ayúdame en este examen y te juro que estudiaré más y nunca más te pediré las respuestas en otro de lo que queda del año.

Ella me mira con la mirada dudosa. Lo piensa demasiado que eso resulta mover mi pierna nerviosa. La frente la tiene tan arrugada como una pasa y pensando en si creerme o no. Me ofendo por eso porque cuando doy mi palabra la cumplo. Debería saberlo más que a nadie.

-Esta bien- relaja los hombros moviendo con discreción la hoja de respuestas -¿Cuál quieres?

-La uno- miro el reloj rápidamente.

Once cincuenta y tres. Falta poco para que termine la clase. No creo terminar un examen de veinte preguntas en solo siete minutos. Esto me estresa.

Ella suelta una risa con un suspiro y niega con la cabeza muy lentamente buscando la respuesta. La miro sorprendida por esa razón y se me escapa también una risa baja.

• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]Where stories live. Discover now