• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 12

Mas vale vivir la experiencia que nunca conocerla

El sol alumbra el interior de la prisión siendo invadido por los rayos del atardecer por las paredes sin color. De reojo veo a Hershel en su celda mientras paso por el pasillo, retrocedo para verlo de nuevo, esta vez fijamente. Está sentado sobre el colchón de abajo rodeando su pierna amputada con una venda limpia en completo silencio. Hay demasiado que si presto atención, los gruñidos de los caminantes pueden escucharse desde donde me encuentro parada, son tan bajos, pero sí algo claros. Él alza la mirada y al verme la aparto de inmediato fingiendo que no lo estaba viendo. Me rasco la cabeza.

—Parece que ya no hay nada que hacer ¿Eh?

Regresa a atender su pierna. Me acerco a su reja, pero no entro, vuelve a mirarme con una sonrisa pequeña que apenas la puedo notar con esa barba tan blanca.

—La verdad no. Terminé de hacer guardia con Maggie — suelto un suspiro mientras me recargo en la orilla de la reja.

—Se ve fácil, pero es cansado ¿No?— asiento —¿Cómo has estado? Escuche unos rumores.

Lo dice en voz baja como si alguien nos pudiera escuchar y las paredes fueran tan delgadas como una hoja de papel. Muevo mi cabeza a todas partes y me meto a la celda de un brinco alarmada por “esos rumores” tomo asiento a su lado y baja la tela de su pantalón dando por finalizado su trabajo.

—¿Qué rumores?— susurro de la misma forma.

Me mira divertido por la reacción alarmante que se me nota. Estoy muy intrigada por la respuesta. Debo de prepararme para una charla algo larga. Estoy hablando con el hombre más maduro de la prisión, puedo esperar algo bueno de todo esto. Si tengo suerte,  tendré una plática y no un regaño.

—Ya sabes, cada discusión trae un nuevo problema y eso jamás terminará,  menos ahora, pero debemos intentar no traerlos. Allá afuera hay suficientes.

Problemas, claro que sí. Llevo dos, no quiero seguirlos acumulando. Es una mala idea. Si en verdad me molesta algo ¿Por qué solo no me alejo? Es fácil decirlo, pero difícil tomarlo en cuenta. Siempre pasa.

—¿Lo dice por la pelea?— cuestiono tímida y apenada.

—Hija, no hace falta ser tan observador para notar que algo pasa entre todos ustedes. Se escuchó. Mi hija Beth y yo estábamos a fuera de la celda cuando las separaron.

Mi cuerpo se tensa y por un momento me cuesta moverme. Jamás los ví, estaba tan perdida en lo que hice que no me percaté quienes estaban observando. Eso pasa cuando te dejas llevar por tus impulsos negativos.

—¿Lo sabe Rick?

Pregunto asustada mientras trato de relajarme y no perder la calma, no aún. Esa sonrisa se empieza a desvanecer poco a poco, deja soltar el aire y pone su mano en mi espalda. Se siente pesada por un momento.

Es absurdo como hace unos días estaba tratando de no darle razones para que se arrepienta de aceptarnos y luego se me ocurre hacer tal barbaridad.

—Lo sabe toda la prisión. La mayoría lo vió y otros lo escucharon.

Me tapo la cara de la vergüenza apoyando mis codos en las piernas. Mi quejido de arrepentimiento apenas se logra escuchar.