XXV. Calma y Armonía

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Las oficialmente novias, se quedaron en el lago por unos minutos más. Una vez Lena supo que ya era tarde para seguir allí, invitó a Kara a volver. Ésta aceptó sonriente.

Volvieron junto a Atenea, quien trotó a gran velocidad. El viaje fue divertido, pues el viento les daba en la cara y las hacía reír. Además, estaban muy felices. ¡Eran novias!


Al llegar a la cabaña, dejaron a Atenea en su box. Allí, Lena le dio agua, comida y le brindó los cuidados pertinentes.

—Lo hicimos, chica —le dijo en el oído al animal. La yegua relinchó feliz—. Kara es mi novia —sonrió para después apoyar su cabeza en el hocico de Atenea.

Una vez la dejó en el box, se reencontró con su pareja, quien se estaba charlando amenamente con Zeus.


Al poner pie en la cabaña optaron por darse una ducha juntas. Disfrutaron del agua caliente, entregándose mutuamente como tantas veces atrás. Cuando estaban juntas, se atraían como un imán.


Finalmente, se vistieron con sus respectos pijamas y prepararon la cena entre besos, risas y un buen vino. Cenaron y luego disfrutaron de una película de ciencia ficción en el sofá.


Al llegar a la cama, tenían planeado dormir. Pero Lena fue más pícara que la rubia y comenzó con besos calientes. Kara no pudo resistirse mucho a su novia. Además, tenían que disfrutar aquel gran acontecimiento ¿No?


El domingo llegó y Lena, como casi siempre, fue la primera en despertar. Miró el reloj y éste indicaba las 7:45 A.M. 

Sonrió al ver a Kara dormir. La kryptoniana se encontraba dándole la espalda. Llevó su mano a la espalda de la rubia y comenzó a acariciar su desnudez. El vello de la superhéroe se erizó ante el contacto. Lena se mordió el labio y se pegó contra ella, abrazándola por detrás. Sin contenerse, guio sus labios al cuello de la otra y lo mordió con ganas.

—Mmm —la más alta se removió, aún adormecida. Lena llevó la boca al lóbulo de su oreja y la lamió con lentitud. Momentos después, la mordisqueó—. Lena... —susurró, abriendo los ojos—. ¿Qué hora es? —la CEO no respondió y dirigió sus manos hacia el abdomen de la otra, acariciándola—. ¿Has despertado juguetona?

—Deja de hablar, Danvers —susurró sobre su oído a la vez que una de sus manos abría las piernas de la kryptoniana.


Tras el sexo matutino, Lena se encaminó a la cocina para preparar el desayuno. Mientras, Kara se duchó. Desayunaron juntas y, tras ello, la empresaria fue a ducharse. En ese tiempo, la kryptoniana se encargó de fregar los trastes usados.

Lena había quedado con Harry, Amelia y los hijos de éstos a las 11hs. Amelia le había enseñado a la CEO muchas recetas de cocina, por esto, decidieron preparar el almuerzo juntas; para conmemorar tantos momentos juntas cocinando. 

Siendo las 10:45hs, la pareja se vistió: Lena optó por un short de jean blanco y un top de tiras negro. Se ató el pelo en una coleta y se calzó con unas sandalias de tacón en color crudo. Kara, por su parte, eligió un short de jean azul y una camiseta de algodón en gris oscuro con un estampado de una estrella. Se dejó el pelo suelto y se calzó con unas zapatillas urbanas.


La familia Brown llegó a la cabaña puntual. Lena fue la encargada de abrir la puerta de su vivienda. Allí se encontró con los cuatro miembros de la familia.

Pink Kryptonite - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora