Pink Kryptonite - Supercorp

VIII. Estudios

Las hermanas conversaron durante algunos minutos más. Gracias a eso, Kara pudo sentirse aliviada. Alex había logrado darle cierta tranquilidad.

Una vez la rubia estuvo de acuerdo con lo propuesto, la pelirroja se dirigió a la puerta y la abrió. Allí se encontró con Kelly y Nia hablando, Lena estaba a unos metros de ellas tecleando en su celular.

—Chicas... —Las tres la miraron—. Kara ya sabe todo. Mañana a la mañana le haremos algunos estudios para ver cómo seguir —Obtuvo un asentimiento total—. Lena, ¿Puedes ir al DEO? Sé que no estás obligada pero-

—Haré lo que sea para ayudarla —La pelinegra habló segura. La mujer Danvers asintió en agradecimiento—. ¿Puedo hablar con ella? —Pidió a la vez que intentaba ver hacia dentro. Alex negó.

—Kara aún está procesando todo. De todas formas, no creo que lo más acertado sea que hable demasiado con... mujeres. Para evitar inconvenientes —La CEO asintió, decepcionada.

—Sí, tienes razón —Suspiró—. Iré a mi departamento, seguiré investigando. Tal vez Lex haya escrito más sobre esta kryptonita en algún cuaderno. También veré las grabaciones de las horas previas al incidente, alguien tuvo que haber puesto ese mineral ¿No? —La agente asintió.

—Gracias, Lena —La mencionada asintió como respuesta y, tras saludar con la mano, se alejó de ahí.

Al día siguiente, Lena se despertó a las 7hs. Se duchó y se cambió: Jean azul oscuro y camisa negra por dentro del pantalón. Algo harta de usar tacones siempre, se calzó con unos zapatos negros de plataforma baja.

Desayunó un café amargo con tostadas y frutas. Mientras bebía la infusión caliente, su mente no paraba de pensar en la kryptonita rosa. Estuvo toda la noche investigando sobre el tema. Sin ir más lejos, solo había dormido tres horas.

A las 9hs llegó al DEO. Allí se encontró con Supergirl, Alex y J'onn. Apenas la rubia la vio, se acercó a ella.

—Lena, buen día —Sonrió—. ¿Has desayunado? Podría traerte algo de Roma o Paris —Se acercó a la pelinegra y la atrajo contra ella, abrazándola—. Siempre hueles tan bien —Susurró en su oído, haciéndola estremecer.

—K- Kara —Lena murmuró, alejándose torpemente de ella. La CEO miró suplicante a la agente Danvers—. Alex...

—¡Lena! Ven —La pelirroja corrió hacia las mujeres, tomando a la CEO de la mano.

—¿Por qué te la llevas, Alex? Quiero estar con ella —La superheroína hizo un mohín.

—¿Recuerdas lo que hablamos, Supergirl? —Intentó que su hermana le prestara atención, pero la kryptoniana estaba demasiado distraída admirando los pechos de la CEO—. ¡Supergirl!

—¿Qué? ¡Ah! ¡Sí! —La rubia sacudió su cabeza—. Sí. Creo que lo mejor será volar un rato por la ciudad —La pelirroja asintió.

Con la mirada en el suelo, Supergirl se marchó del DEO.

—Discúlpala —Alex dijo mirando a Lena—. Recién estaba bien, normal. Pero apareciste tú y se perdió —Bufó.

—Es- está bien, l- lo entiendo —Carraspeó—. Es el efecto de la kryptonita rosa, nada que no sepamos —Intentó sonreír, fallando—. He investigado bastante pero, lamentablemente, no hallé información sobre este mineral. Según sé fue creado una sola vez, en una Tierra lejana a ésta.

—Es decir, en otro punto del multiverso —La CEO asintió.

—Al menos eso cree Lex —La pelinegra se encogió de hombros—. Lo que no puedo entender es cómo ella sigue así. Pues, técnicamente, ahora no está expuesta —La agente negó, sin tener respuesta.