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La alarma sonó despertando a Mila, la apago y analizó la situacion. Los brazos de Mateo rodeaban su cintura, sentia su respiracion caliente en su cuello. En otro momento se hubiera sentido incomoda de que alguien le estuviera tocando la panza, pero despues de lo tierno que habia sido Mateo y de la hermosa noche que habian pasado ya le daba igual.

Se trato de despegar despacio sin despertarlo y fue al baño a hacer sus necesidades y un intento de lavado de dientes ya que no tenia su cepillo.

— Mateo... — susurro, no podia volver muy tarde a su casa porque su vieja se iba a dar cuenta que no se habia quedado en lo de sus amigas

— mmm... — se quejó él agarrandola y tirandola a su lado nuevamente

— dale tonto... — río ella

— un ratito mas... dale no seas mala — hablo el con la voz ronca abriendo un solo ojo y volviendo a abrazarla

— me tengo que ir... si queres no me lleves pero abrime la puerta, dale pajero...

— ¿que hora es? — preguntó desperezándose

— las 10

— ah no dormimos un carajo...

— hemos ido al colegio con menos horas de sueño... deja de quejarte dale...

— que facha te queda mi ropa... — sonrio él, analizandola con detenimiento y centrando su vista en el pecho de ella que al no llevar corpiño se notaba más de lo normal

— bueno... — hablo Mila cruzándose de brazos para que dejara de mirarla

— perdón...es que estás muy buena que decirte

— un minuto deja de chamuyar Mateo dale...

— ¿y te vas a ir así o como? Por mi te regalo la ropa pero...

— mal... no me di cuenta... bueno te dejo dormir 2 min mas, ya vuelvo...

Mila se llevó su ropa el baño y tras cambiarse y peinarse ligeramente con los dedos, decidió volver a la habitación.

— toma... gracias... — le sonrió devolviéndole la ropa a Mateo

— bueno eso ya es tuyo, para cuando te quedes de nuevo...

— mmm... estas flasheando mucha confianza me parece... — lo miro divertida ella

— faaa tan difícil ibas a ser... me debes tener muy loquito porque la verdad yo no soy muy de remarla...

— ¿no? yo te veo bastante arrastrado... — sonrío ella haciendose la superada

— ahhh mirala... — soltó él sorprendido mientras hacia un leve puchero

— no soy dificil... soy una virga de mierda... si ya sabes todo vos... — termino por suspirar ella. Ya habian hablado de ese tema en una de sus tantas charlas nocturnas, Camila ni siquiera habia dado su primer beso.

— un minuto deja de bardearte flaca... no sos virga... virgos son los que se creen capos por ponerla

— bueno... en fin... temas que no vamos a discutir ahora porque me tengo que ir... — lo apuro ella

— bueno bancame 5 que voy al baño, me pongo algo y te llevo

— sino no te hagas drama, ya hay un solazo... abrime y me hecho un pique...

— no me jode Cami... si total ya me desperte...

— perdon... — se disculpo ella

— si me levanto todos los dias asi puedo negociar el levantarme temprano los sabados...

— daleee nene... metele... —lo apuró Mila empujandolo para que entrara en el baño

Le armo la cama y le ordeno la ropa que habia usado mientras lo esperaba

— no era necesario tonta... — se quejó al ver la velocidad con la que habia ordenado todo

— ay pero si no hice nada... no mariconees dale... cambiate...

— ¿no queres desayunar algo? me da cosa que te vayas asi... — habló él mientras se ponía una remera y sus tipicas chanclas bajo la atenta mirada de la castaña

— no, estoy bien... — mintió ella que la realidad es que la panza le hacia ruido del hambre

— unas galles, un cafe y te dejo en la puerta de tu casa con moño y todo... — sonrío él para intentar convencerla

— 15 minutos... — bufó ella que odiaba que él siempre se saliera con la suya

Bajaron tranquilos y se sorprendieron al ver a su hermano y su papá ya despiertos.

— Milaaaa... — sonrío Emi acercandose a ella para saludarla

Camila por su parte queria que la tierra la absorbiera en ese instante. No tenia ninguna intencion de conocer al papá de Mateo y menos en esas circunstancias.

— hola... — la saludó Pedro contento

— em... hola... Camila — dijo timida ella saludandolo con un beso en la mejilla

— bueno sentate que no muerden... — habló Mateo apoyando su mano en la cintura de ella para que tomara impulso y reaccionara

Ella por su parte solo le dedico una mirada de panico que el morocho respondió con una simple sonrisa y un guiñito de ojo.

— ¿te gustan estas? si no hacemos tostadas... — le ofrecio Pedro

— si... no hay problema... — sonrío ella tratando de parecer normal

Mateo preparo dos tazas de cafe y las llevo a la mesa sentandose al lado de Camila que todavia seguía bastante inhibida.

— ¿que te pasó hijo? — pregunto Pedro mirando la boca de su hijo

— un pelotudo barbaro...

— Mateo cuantas veces te voy a decir...

— viejo la bardeo a Mila... es un salame... perdon... — se quejó Mateo

— le dije que se ponga hielo pero no me hizo caso... —acotó Mila que ya se estaba soltando un poco mas

— y... es bastante terco...

— si veo... — sonrío ella

— bueno... ¿algo mas? — se quejó Mateo provocando que los otros que estaban en la mesa rieran

Se quedaron unos cuantos minutos charlando de la vida. La realidad es que a pesar de no ser la mejor forma de conocer al padre de Mateo, se habia dado cuenta de que era muy buena onda y le habia caido genial

— bueno viejo, voy a llevarla a Mila hasta la casa. Ya vuelvo...

— dale hijo... un gusto... — dijo Pedro saludando a la chica



holas aparezco

como dicen que les va?

en fin comenten y voten y esas cosas pa hacerme feliz 😁

Chico enigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora