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— che... ¿tus amigos no te van a sacar curtiendo? — preguntó Mila con una sonrisa al entrar en la habitación de Mateo

— neee... que la chupen... ya les avise por el grupo, aparte Fran creo que se va a tu pieza con Ambar, Martino tiene una minita por ahí y Maxi nose... en algún lado dormirá... que se yo... — le contestó él sin darle mucha importancia

— bueno... dentro de todo estan mas o menos organizados... — acotó ella mientras se lavaba los dientes al lado de él

Terminaron de prepararse para dormir y se acostaron en la cama, a cargosearse como siempre. Aunque no habían pasado ni 3 dias, se habían extrañado mucho.

— ¿che no estas incomoda? — preguntó Mateo entre los besos que le estaba dando, ya que Mila seguía con la ropa del boliche

— y sacame... — susurró ella timida

— ¿qué? ¿posta? — preguntó él sorprendido mirándola a los ojos

— igual todavia no... emm... vamos despacio si puede ser... — contestó ella un poco mas segura

— obvio hermosa... yo te espero todo lo que necesites... vamos viendo... si te sentis incomoda o no queres mas me decis de una y paramos sin drama

— esta bien... — asintió ella que era mas nervios que persona, Mateo era su primer persona en todo y cada cosa nueva que hacia le gustaba pero a la vez le asustaba

Mateo le sonrió y se pocisiono sobre ella, sabía que tenía que tomar el control de la situación. La miro con deseo y colocó sus manos frías sobre la cintura de Mila que estaba descubierta ya que su top se había levantado un poco

Comenzo a subir este despacio mientras continuaba dejando besos en cada parte de piel que encontraba. Mila subio sus brazos para ayudarlo con el trabajo y se acerco nuevamente a su boca

— no me mires tanto... — susurró medio tapandose

— me encantas amor... sos hermosa... — soltó él tragando saliva y observando con detalle el cuerpo de la chica que lo volvía loco.

— dios... te amo... mucho... — le sonrío relajandose un poco

— yo más... no te das idea de cuanto... — le devolvió la sonrisa él, que por primera vez estaba demasiado nervioso.

No sabía por qué, claramente no era ni de broma la primera vez que desvestía una chica, y en todas las otras ocasiones nunca se había sentido nervioso, le salía siempre casi que por instinto. Ahora quería hacerla sentir bien, necesitaba que se sintiera cómoda, quería demostrarle cuanto la quería.

— estás enamorado boludo... es eso... — dijo la voz de su cabeza mientras repasaba con suavidad la piel de la chica que tenía en frente

Mila, por otro lado, se fue soltando de a poco, estaba muy nerviosa por que era su primera vez, porque quería ser suficiente para un pibe que ya había pasado mil veces por esto, porque le daban miedo muchas cosas, pero al mismo tiempo, cada vez que miraba a Mateo todo desaparecía y eso la tranquilizaba.

Fue acariciando despacio su espalda por encima de la remera, pasando la punta de sus uñas con delicadeza. Cuando tomo coraje, agarro el borde inferior de esta y la fue subiendo despacio hasta terminar de quitarla con ayuda de él.

Disfruto de su piel, de sus besos, no había parte de sus cuerpos en ese momento que no estuvieran sacudidas por las mil sensaciones que los recorrían.

— ¿puedo? — preguntó Mateo inseguro colocando sus dedos sobre los breteles del corpiño de la chica

Mila solo asintió, no estaba segura de que le pudiera gustar a alguien desnuda, pero ya no tenía opción... quería probar lo que se sentía hacer esas cosas de una vez por todas

Chico enigmaWhere stories live. Discover now