Chico enigma

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— uhh perdon... perdon perdon... — habló Lola callando a su amiga cuando entraron en su habitación

— shh... — las retó Mateo pidiendo que hagan silencio

— mira que el colado en esta pieza sos vos querido... — lo desafió Ambar

— esta enferma, pelotuda... — la bardeo Mateo mirandola con cara de culo mientras se refregaba el ojo a causa del sueño

— ¿no se siente mejor? — preguntó Lola dejando las cosas que había comprado en su valija

— no, tiene fiebre ahora tambien — respondió el morocho tratando de separarse de a poquito para no despertarla

— uhh la puta madre... — se quejó negando Ambar

— fijense que onda cuando se despierte, cualquier cosa me dicen... — dijo él poniendose su remera y sus chanclas para dejar la habitación

— sisi enfermerito particular... despues le venis a controlar los signos vitales si queres... — lo echo Lola empujandolo por la espalda

— miss comedia ustedes — bufó él de mal humor abriendo la puerta de la pieza

— mateo... — lo llamó Lola antes de que desapareciera

— ¿que?

— gracias igual... sos un amor... no la cagues... ella te quiere posta — habló ella sonriendole mientras se tocaba las manos nerviosa

— yo tambien la quiero posta... ni en pedo la cago... es por acá... — sonrío él

Lola asintió y esperó a que se fuera para cerrar la puerta. Las dos chicas se entraron a bañar porque hoy era noche fluor y tenian que tener tiempo para producirse.

— ey... chiquita ¿como estas? — preguntó Ambar mientras se terminaba de planchar el pelo cuando vio a Mila en el intento de levantarse

— ¿mateo? — preguntó ella notablemente afonica

— se fue a preparar a su habitación... — le respondio Lola saliendo del baño con una toalla enrollada sobre su cuerpo

— ¿que hora es? — preguntó la castaña perdida

— las 20:00

— uhh re tarde... — se quejó tocandose la cabeza ya que le había dado una puntada al querer levantarse tan rapido

— no vas a salir ni a palo ¿no? — preguntó Ambar luchando con los mechones de pelo que le quedaban

— ni que me paguen... — afirmó ella agarrando un vaso de agua que le había traido Mateo para bajarselo de un sorbo

— ¿queres que nos quedemos? — cuestionó Lola buscando entre sus cosas el outfit que pensaba ponerse

— no chicas miren si se van a perder una noche de boliche por mi... ni a palo... pasenla piola... — sonrío Mila juntando fuerzas para buscar un par de toallas y algo que ponerse. Necesitaba darse una ducha porque al bajarle la fiebre había transpirado bastante

— como quieras amiga... — le insitió Ambar

— en serio chicas... es solo un poco de gripe por dormir poco, comer poco y llenarme de nieve. Nada grave, solo que no estoy acostumbrada a este estilo de vida... — comentó la ojiverde agarrando las ultimas cosas antes de meterse en el baño.

Abrio la ducha mientras se sacaba la ropa, acomodo sus cosas y se metio con desconfianza. No le hacía ninguna gracia bañarse con la pesadez que sentia en su cuerpo y el dolor de cabeza pero sabia que el esfuerzo valía la pena porque le iba a hacer mejor.

Se quedo los minutos necesarios escuchando a sus amigas discutiendo de fondo, al parecer Lola no queria mejorarle el delineado a Ambar o algo asi había entendido.

Se seco con toda la paja del mundo y se vistio de la misma manera poniendose su pijama de ositos que le había comprado su mamá para el viaje. Si, definitavemente su vieja todavia no caía en que su nena ya había crecido.

— ¿te sentis un poco mejor? — preguntó Lola mordiendose los labios para no cagarla con el maquillaje de su otra amiga

— como nueva... — sonrío Mila que la realidad es que el baño le había sentado muy bien

— ¿salis? — le insistio Ambar

— no, mejor me quedo una noche asi no me enfermo peor, mañana seguro ya estoy bien y nos la damos... — dijo contenta tirandose nuevamente en su cama a estar con su celular

— si posta es mejor... — asintieron sus amigas mientras se terminaron de preparar

Las chica se quedaron un rato mas preparandose antes de irse a la previa que era en alguna de las piezas de sus compañeros como todas las noches.

— ¿quien es? — preguntó Mila distraida al escuchar un par de golpes en la puerta

— yo... ¿puedo pasar? tengo tarjeta — preguntó Mateo del otro lado

— si pasá... — respondió ella apoyando su celular en su panza para verlo con atención

— ¿te sentis mejor? — preguntó Mateo poniendo su mano sobre la frente de ella y sentandose en la cama

— si, mucho mejor... — le sonrío Mila pasando su mano sobre los rulos de él — ¿qué haces que no te cambiaste todavia?

— me quedo aca con vos... — soltó él instalandose a su lado

— no ni ahí Mateo... mira si te vas a comer una noche de Bariloche aca... ya estoy bien... me quedo por las dudas... — negó ella sentandose

— no me jode en serio... — le respondió haciendo puchero y mirandola a los ojos

— demasiado que ya te quedaste toda la tarde tonto en serio...

— tampoco es que me cueste Cami... osea...

— es que me voy a sentir culpable si seguis desperdiciendo cosas por quedarte conmigo... disfruta dale... cuando vuelvas venis a dormir conmigo — le sonrío para convercerlo

— ¿segura? — preguntó él que aunque no le jodia quedarse con ella queria conocer el nuevo boliche

— si, en serio... anda a cambiarte y hacer previa despues a la vuelta venis... — asintió ella

— bueno pero si te llegas a sentir mal o me necesitas aca o lo que sea, me llamas y vengo ¿ok? — habló Mateo apuntandola con el dedo

— ta bien denso... pasala lindo... — sonrío Mila mordiendose el labio

— y no me hagas esos gestitos que te como toda... — dijo haciendo lo mismo que ella para luego acercarse a su boca y plantarle un beso

— te vas a cagar enfermando vos tambien... — negó la castaña con una sonrisa acariciando su cuello despacito

— riesgos que tomo con tal de estar con vos...

— deja de chamuyar un ratito queres y anda... — rió dulcemente ella mirandolo a los ojos con atención

— bueno esta bien... vuelvo en un toque para que veas lo bueno que estoy con la ropa que elegi para hoy...

— dale rey... no espero menos... — lo sobró encajandole otro pico y echandolo de la pieza

holas aparezco

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