Capitulo 27 (Durango Parte 1)

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---Al día siguiente---

-Su mamá fue muy amable por prepararnos el desayuno- Aldebarán hablando tan feliz degustando la comida.

-Si te gusta tanto...Comete mi ración por favor- Sonriendo tratando de convencer al toro dorado.

-¿Por qué no lo come mejor señorita Metztli?- Aioria pregunto, pues sin duda la joven no había tocado su alimento en todo ese tiempo.

-Es que... La avena no es algo como por lo que "Mataría" por comer- Sonrió de manera forzada.

-Pues está mal, uno debe comer lo que le ofrecen y sin rechistar- El cangrejo teniendo algo contra la joven, para molestarla, sonriendo como si fuera el niño más bueno del lugar -¿Verdad que sí, patriarca?-

El peliverde, se giró a ver a la Diosa –Eso es verdad... ¿Por qué le desagrada? Le hará bien- Parecía como si volviera a sus tiempos de cuidar a los dorados, y convencerlos de comer algo que no les guste.

-No tengo una buena experiencia con la Avena...- Sin embargo tendría un momento muy embarazoso pues, su estómago empezó a gruñir.

-Mejor come pequeña mocosa, si no, no podrás llevarnos a donde sea el destino del día- Death disfruta molestar a la Diosa, sin importarle ser respetuoso con ella después de todo ambos tienen una guerra fría en marcha.

-Si no le gusta, coma algo mas- La solución del rubio, sin duda es la mejor opción.

-Es una excelente idea- Sonrió, pero demuestra algo de sarcasmo –Si como algo más de la cocina, mi madre se dará cuenta y recibiré una declaración de guerra en la tarde, en pocas palabras me pegará con la chancla- Abrió sus ojos impresionada, tratando de recordar algo –Pero... Nadie le dirá nada ¿Verdad?-

Miro ilusionada a los demás hombres, pues ese sería un gran plan, si nadie se entera ella no recibirá ningún castigo.

-Bueno, si no quiere que se entere entonces...- El león dorado, tratando de apoyar a la Diosa.

-Pero señorita Metztli, no es bueno mentir- La inocencia de un pequeño, sí que puede causar bastante problemas a la joven.

-Sé que no es bueno, pero... - Cucharea la avena –La verdad no me gusta, podríamos fingir que si la comí y espero a degustar algo en el viaje- Sonrió nerviosa.

-Mi maestro Mu, me ha dicho que uno debe comer todo lo que tiene en el plato, sin renegar... Además su mamá se pondrá triste si desprecia su comida- Kiki, le estaba dando una lección de vida a la joven, sin duda destruyendo por completó sus suplicas.

Ella lo miro, luego a los dorados, para finalmente mirar la avena y suspirar –Acabada por un pequeño de ocho años, que feo- Sonrió forzadamente y pues ya no tenia de otra.

Comiendo la avena aun contra su voluntad, sin duda no es para nada partidaria de este alimento, por el pequeño Lemuriano tiene razón, se debe comer todo lo que se tenga en el plato, no desperdiciemos nunca nada, al menos que este en mal estado.

Después de ese incidente con un plato de Avena, la joven dio el aviso que tardaría un poco en averiguar a donde ir, pues varios estados que aún faltan están en costa y debe procurar alejarse lo más que pueda.

Escogiendo de la siguiente manera.

Poniendo una diana en la pared, y lanzando algunos dardos, para ver en cual estado llega a caer, recordando que tiene un mapa de la república pegado.

-Tsk, de nuevo en Baja California... No podemos- Cruzada de brazos y quitando los dardos –Una vez más, pero esta ya es la quinta y los lugares alejados no les doy- Cerro sus ojos, suspirando, estando a punto de lanzar alguno.

Un Mes De Vacaciones En MéxicoWhere stories live. Discover now