Capitulo 35 (Chihuahua Parte 3)

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Un rato después, llegando a las grutas de Coyame, pero con un pequeño percance.

-¿Por eso lo llaman caídas locas?- La Diosa mira como Dohko y Aioros se quitan el polvo, mientras el patriarca los ayuda con las heridas.

-Sí, la verdad tiene la maldición de los barrancos- El escorpión dorado ríe por la fama del centauro –De hecho Aioria también llega a tenerlo y Seiya el alumno de Aioros-

-Oh... Y yo que creía que tu serias el primero en caerte- La joven encogió sus hombros, bastante sonriente.

-Ja, ja, eso jamás pasara- Se apunta a sí mismo –Debo de cuidar a mi cubito- Sin duda una sonrisa confiada.

-Claro...- La joven lo mira atenta, pero sobre todo fija su mirada en los pies.

Digamos que Camus para evitar que de verdad cayeran, por la falta de control del escorpión, tuvo que congelar las rueda de la cuatrimoto y con ello también los pies del peli cerúleo.

Y justamente ahora, con la ayuda de otros dorados lo están tratando de sacar sin que pierda sus extremidades inferiores.

---Con los caídos---

-Lo siento viejo maestro- Aioros tan apenado por lo ocurrido.

-Ay, ¿Pero de que te disculpas?- Libra restándole importancia al asunto, además de ser atendido por su borreguito es su sueño, aunque duelen los raspones –A cualquiera le pudo haber ocurrido-

-Es que...- Sonríe apenado y algo rojo –Creo que si tengo una maldición-

-Tonterías- Para el patriarca eso no puede ser cierto –Esto solo fue una pequeña torpeza de Dohko por no fijarse bien por donde iban- Aunque se preocupó mucho al verlos caer por ese acantilado y que por cierto la cuatrimoto de ellos sí que quedó destruida, está ahora molesto por que su amado esposo puso en peligro a uno de sus hijos mayores.

-Fue un accidente... Auch... Borreguito eso me dolió- Pone una cara de puchero, que sin duda aquella acción le hirió.

-Lo siento, pero debo limpiarte bien esta herida, con el sol que hace, podría infectarse- Preocupado por su Chinito, aunque desearía también ayudar a Sagitario, de eso se encarga el hermano menor de este.

-Tal vez si este maldito- El león dorado habla tan tranquilo, mientras ayuda a Sagitario a curarse.

Aunque para fortuna de los dos, las heridas son solo raspones y cortes algo profundos, pero no en zonas vitales, sin contar que gracias a la agilidad de Libra pudieron sostenerse de una ramita antes de verdad caer al precipicio, que eso ya sería otra historia.

Pudiera ser que está molesto y demasiado inseguro con sus sentimientos ahora, pero de verdad quiere ayudar a Aioros.

Las lágrimas se escapan de sus ojos, al verlo caer por ese precipicio, pensando lo peor del mundo, sintiéndose aliviado al poder tenerlo de regreso.

Quiere acercarse a curar sus heridas, pero... No cree que sea prudente y más que aún no pone en orden sus pensamientos.

Pero seguirá los concejos del patriarca, hablara con él en cuanto pueda, encontrará la manera de hacerlo, aunque su gemelo este tan alerta para protegerlo.

Saga nunca creyó que Kanon fuera así de cuidadoso al final de cuentas.

Es una grata sorpresa.

Después de un rato y que todos estuvieran bien.

-Muy bien- La Diosa sonrió emocionada –Entraremos a las grutas de Coyame, tiene diecisiete salas y es un recorrido de 1,330 metros, así que caminaremos mucho-

Un Mes De Vacaciones En MéxicoWhere stories live. Discover now