~Capítulo 1~

50 3 2
                                    

Addie no se sentía muy a gusto con las circunstancias de su alrededor, abruptamente su entusiasmo había desaparecido por completo y ahora sólo ahondaba en ella un sentimiento timorato que detestaba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Addie no se sentía muy a gusto con las circunstancias de su alrededor, abruptamente su entusiasmo había desaparecido por completo y ahora sólo ahondaba en ella un sentimiento timorato que detestaba.

Una niña alguna vez le contó que se había sentido así, cuando por varios meses se quedó traumatizada con una película de zombies y tuvo gran pavor de salir de su casa por el mismo motivo.

Pero, ¿por qué tendría que sentirse de ese modo si ella no recordaba haberse asustado con alguna película en esos últimos días?

Era extraño, como si la imagen del joven que había visto hubiera activado en ella un interrumptor de miedo. Uno irracional, cabe mencionar.

Seguramente también los lectores se sentirán tan confundidos como nuestra protagonista, no obstante, no hay razón para ello. Eventualmente todas las dudas están destinadas a ser respondidas tarde o temprano, quizá más tarde que temprano.

Addie empujó esos pensamientos fuera de su mente y se concentró en los ojitos de su jirafa. Muchos niños se habían burlado de ella cuando entró a la primaria, pues llevar un juguete era cosa de niños del jardín de infantes, o eso era lo que ellos decían.

Pero Addie los había ignorado sin la menor vacilación, poco le importaba lo que el resto de las personas pensaran, algo que se incrementó cuando su profesora accedió a que llevara su jirafa.

—No me respondiste —dijo Sam, ladeando la cabeza y picando su antebrazo con su dedo índice.

Los labios de Addie dibujaron una mueca.

—Lo siento —contestó, algo ofuscada—, creo que sólo estoy un poco distraída.

—¿Y eso por qué?

—No lo sé.

—¿Por qué no lo sabes?

Addie se quedó callada, simplemente porque no tenía idea de qué responder al respecto.

El viaje continuó en un sólido silencio por varios minutos que Addie usó para tratar de despejar su mente de pensamiento negativos, miró por la ventana, observando a las personas que cruzaban por las calles, la mayoría no reparaba en ellos y esto sólo hacía que Addie recordara al extraño joven que había visto.

Quizá era que sólo lo había imaginado o estaba volviendo la situación más grave de lo que era.

Simplemente era un chico que había visto pasar y que le había producido una sensación de desconfianza, no era que estuviera planeando algo malo, ¿cierto?

Addie Bagler Y La Maldición Del Sueño © #1 [COMPLETA]Where stories live. Discover now