~Capítulo 4~

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Addie se quedó estática al ver a la figura que se aproximaba a ellos con paso arrastrado que se asimilaba al de un zombie, sólo que se exceptuaba el hecho de que la criatura en frente de ella no alzaba los brazos y también tenía la certeza de que ...

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Addie se quedó estática al ver a la figura que se aproximaba a ellos con paso arrastrado que se asimilaba al de un zombie, sólo que se exceptuaba el hecho de que la criatura en frente de ella no alzaba los brazos y también tenía la certeza de que no estaba dispuesta a hacer el paso de Michael Jackson junto a otros zombies.

La figura ofrecía una apariencia humana, pero a medida que se acercaba a la luz Addie pudo atestiguar que no vestía como una normal —aunque, siendo justos, Addie no estaba en grandes términos con esa palabra— y tampoco se asemejaba a la ropa que Hyrod usaba.

Parecía un mago de televisión o bien, un vampiro. Sí, quizá un vampiro quedaba más acorde a su descripción, uno como los de la película que una vez había visto por curiosidad, asomada por el hombro de su madre y sin que ella se enterara de su presencia.

De hecho, recordaba haber visto algo así en esa misma película, quizá con más efectos especiales y definitivamente menos terrorífico a lo que miraba. A Addie le habría agradado verlo tras la segura pantalla de la televisión y no en vivo justo delante suyo.

Addie tenía la sospecha de que si lograba salir de eso, tendría pesadillas con ese vampiro por al menos varias semanas.

Él era una persona de mediana edad a juzgar por los cabellos blancos que retozaban en su pálido rostro, vestía una gran capa negra que lo cubría de pies a cabeza en donde se encontraba también una capucha que muy poco cubría, sus ojos literalmente brillaban y lo hacían en tono violeta similar al de un efecto de cámara, y se acercaba con paso decidido hacia ellos. Su silueta era resaltada por la luz de la luna a sus espaldas y esto le ofrecía un aspecto como si estuviera brillando.

Addie apartó su mirada de él y la dirigió hacia el joven a su lado. Hyrod, a diferencia de ella, tenía la vista clavada en ese hombre y lucía realmente mortificado.

—¿Quién es él? ¿Lo conoces? —preguntó ella con el entrecejo fruncido y con gran confusión acerca de lo que estaba sucediendo.

Hyrod salió de su ensueño y pestañeó con fuerza, apartando un poco de su liso cabello de su frente que había caído en ella gracias a su recorrido hasta allá, y posó sus ojos en Addie.

—Nadie. No es nadie importante —Fue su respuesta que no pudo evitar tambalear un tanto, y enseguida añadió:—. Ahora, debes saber que ese hombre está siguiendo órdenes fuera de su voluntad, así que no pienses que no te hará daño porque lo hará sin siquiera dudarlo. Aléjate de su campo de visión y cuando te diga que corras correrás hasta el portal, sin mirar atrás, ¿entendido?

Addie asintió con la cabeza, guardándose todos los comentarios y preguntas que rondaban por su mente en ese preciso momento. Tenía un horrible presentimiento y esperaba por todas las cosas que sólo fuera eso: Un presentimiento.

El hombre de la capa negra ahora estaba a tan sólo unos metros de ellos, y los miraba con esos penetrantes ojos que parecían decirles algo más. "Seguía órdenes fuera de su voluntad", había dicho Hyrod, eso quería decir que alguien lo obligaba... Tal vez el rey, por lo terrible y desagradable que había sonado por el asunto de la maldición, lo hacía una posibilidad cercana.

Addie Bagler Y La Maldición Del Sueño © #1 [COMPLETA]Where stories live. Discover now