Capitulo 43

232 13 1
                                    

Narrado por Mattias

Furioso fui al despacho y empecé a romper todo lo que encontraba, esa me había sacado de mis casillas y las ganas de matarla eran grandes. Me destrozo toda la ropa juntos con los relojes, solo porque le dio un arrebato y el desastre que monto me costaría el suficiente dinero, esa ropa me la hacían a medida y los relojes eran la mayor parte de mi padre.

  —Mattias.

Me gire y en la puerta estaban Marcos y Peter observándome.

  —Pasad —les ordene mientras me sentaba en la silla.

  —Vimos el desastre en tu habitación —dijo Peter cerrando la puerta —intentaremos arreglar los relojes más importantes.

  —No puedo —dije llevándome los dedos a la sien —quiero atarla y cortarla en pedacitos.

  —Tienes que aguantar un poco —dijo Marco calmado.

  —¿Que ha pasado? —dijo una voz proveniente de la puerta, al mirar vi como Jonathan entraba por a puerta preocupado.  —Tú habitación esta toda destrozada.

  —Si, ha sido Susana le he dicho que no podía estar aquí y se ha cabreado.

  —¿Y siempre hace esas cosas?

  —Eso solo es el 10% de su carácter, si llegas al 100% por 100% te mete un tiro entre ceja y ceja.

  —Esta loca.

  —Si por eso rompí con ella.

  —¿Cuantos años estuviste con ella?

  —Solo dos años y créeme fue suficiente —suspire —menos mal que cambie las cosas de Carolina a la otra habitación, porque como llegue a tocar las cosas de ella —tire los papeles al suelo furioso —la mato allí mismo —me levante de la silla —iré al gym un rato que nadie me moleste.

Salí del despacho dejándolos solos, baje a la entrada y me adentre en el pasillo de la izquierda directo al gimnasio, entre y estuve varias horas  con la esperanza de relajarme pero era imposible seguía furioso, cuando sentí que mi cuerpo no respondía a más ejercicio, me senté en el banco con la toalla por el cuello para impedir que el sudor llenara más la camisa.

Pensativo mire al techo, cerré los ojos y en un segundos me vino la imagen de Carolina sonriendo, abrí los ojos de golpe y saque el móvil que siempre llevaba conmigo para impedir que esa lo encontrara, marque el numero y al segundo tono la sirvienta contesta.

  —Dígame señor.

  —Quiero hablar con Carolina.

  —Si señor, pero le dijo que la señorita no esta muy bien últimamente.

  —¿Que quiere decir?

  —Se la pasa la mayor parte llorando y apenas come, hemos intentado de todo señor pero se niega.

  —Pásamela, hablare con ella.

  —Si señor —espero un poco y oí como decía —señorita su marido al teléfono.

  —Mattias —dijo aquella hermosa voz.

  —Mi reina, buenos días —sonreí de escucharla pensé que ella estaría haciendo lo mismo pero no fue así.

  —Ma.....tttias —me llamo llorando.

  —No llores mi reina.

  —¿Vas......a.....venir a buscarme?

  —Carolina.

  —Dime —respiro —por favor ven a buscarme, no quiero estar aquí sola.

  —Lo siento mi reina, tienes que esperar un poco más.

  —¿Por qué me haces esto? —lloro mas fuerte —¿es que no me amas?

  —Claro que si —dije levantándome de golpe —eso nunca lo dudes.

  —Entonces.........ven.............ven a mi lado.

Oírla decir eso me rompió por completo, en ese momento no sabia que decir, nunca me había visto en esa situación y siempre sabia manejarme en cada situación que se me presentaba pero al oírla así no supe que decir, estaba desesperado por verla y tenerla a mi lado, poder acariciarla y besarla que iba a decirle que iría a buscarla pero cuando gritaron mi nombre, volví a la normalidad.

  —MATTIAS.

Me gire asombrado incluso Carolina se cayo al oír que aquella mujer gritaba mientras entraba por la puerta.

  —Me haz echado de menos.

  —Susana has llegado —colgué y guarde el móvil en el bolsillo disimuladamente para que no se diera cuenta —pensé que venias a la hora de cenar.

  —No había nada en las tiendas —dijo mientras se acercaba —y me enfade con las chicas, así que me volví, siempre es lo mismo con esas, yo no entiendo porque sigo quedando con esa panda de niñas —cuando estuvo a mi altura se lanzo sobre mi agarrándome por el cuello.

  —Te he comprado ropa para disculparme por lo de esta mañana.

  —No hacia falta, ya me han pedido la ropa, así que devuélvela.

Me aleje de ella y salí, pero ella me seguía detrás hasta quedarnos dentro de la habitación, me quite la camisa para meterme en el baño pero antes de poder entrar en él, sentí unas manos que me recorrían todo el pecho.

  —Estas demasiado rico Mattias.

  —Quítate Susana.

  —Mmmm, me encanta cuando te pones duro.

  —Pues a  mi no me gusta que me toques —aparte sus manos de mi.

  —Veo que sigues enfadado.

  —Si —me acerque a la puerta del baño —no quiero nada.

Me encerré en el baño y oí como rompía una de las lámparas contra la puerta, me lleve la mano a la sien para mantener la calma pero me costaba mucho hacerlo y menos cuando la tenia cerca. Tenia que  obligarla a decir la verdad lo antes posible para que Carolina vuelva a mi lado. ¿Pero como? puede que si la borracho pueda sacarle algo o si la drogo, puede que eso funcione, seria como al principio, entre drogas y alcohol, otro de los temas que no quiero recordar, por culpa de eso perdí a un gran hermano y eso no lo volvería a repetir.

Los Reyes de la Mafia (Terminada) Where stories live. Discover now