Capitulo 56

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Narrado por Carolina

Me mantuve en sus brazos durante unas horas, quería asegurarme de que estaba allí conmigo y no en el otro mundo, hasta que él decidido romper el silencio.

  —Mi reina.

  —Dime  —dije sin mirarle.

  —¿Cómo haz hecho para que no te pillara la policía?

  —Bueno, tu hermano Cristofer me echo un cable y Larry también aporto su granito de arena.

  —¿Como?

  —Pues......

  —Flashback —

Saque la pistola y el cuchillo de la maleta de Mattias y antes de ir a matar a dichas personas, me meti primero en el baño y marque el numero de Cristofer. Contesto al tercer tono.

  —Carolina.

  —Cristo quiero que me ayudes.

  —¿Qué ha pasado?

  —Pues.....  —le conté lo sucedido desde la pelea en el restaurante hasta el suceso del disparo.

  —¿Y esta bien?  —pregunto alarmado.

  —Si, pero quiero matar a la pareja, pero la policía esta por todo el hotel a pesar de que las cámaras no ayudan mucho.

  —No creo que sea buena idea de que te encargues tu sola.

  —Y si ellos atacan cuando esta débil  —no contestaba   —por favor  —dije suplicando.

  —Esta bien  —suspiro cansado  —pero por favor ten cuidado, no quiero perderte.

  —Eh.

  —Dijo no queremos perderte.

  —Se que en tus manos estaré a salvo.

  —Vale dame cinco minutos, necesito un ordenador que después pueda eliminar.

  —En la habitación hay un ordenador que Mattias me compro, no la he usado, incluso esta dentro de la caja.

  —Vale espera voy a ir a por el.

  —Vale.

No estuve que esperar mucho cuando me volvió a llamar.

  —Ya, escucha, Mattias tiene unos auriculares inalámbricos conéctalos a tu móvil y te diré desde ahí.

  —Vale.

Rebusque en la maleta hasta encontrarlo en una pequeña bolsa negra.

  —Este hombre trago las cosas del trabajo, después lo matare yo misma.

Lo conecte y lo instale.

  —¿Lista?

  —Si  —guarde las armas debajo de la camisa.

  —Vale, sal y te grabare hasta un punto.

  —Vale.

Salí de la habitación y justo cuando cruce la esquina encontré a unos de los guardias del hotel.

  —Señorita es tarde, no debería estar fuera de la habitación, es peligroso.

  —Lo se, voy a mirar si todavía esta abierto el restaurante, no quiero que mi marido le de anemia. ¿Podría hacerme un favor?

  —Si claro.

  —Tengo miedo de dejar a mi marido solo  —saque 500 euros del bolso que llevaba conmigo  —podría vigilar la puerta   —le puse delante los billetes  —así podría estar mas tranquila.

  —No ahí ningún problema   —dijo sonriendo y cogiendo los billetes.

  —Le daré la mitad cuando vuelva.

  —Si señorita.

Una vez que me asegure de que el guardia custodiaba la puerta, seguí mi camino.

  —Carolina escucha cuando llegues al cruce párate un minuto.

  —Vale.

Justo antes de llegar a la esquina me pare y espere.

  —Ya.

Me apresure a la habitación de la pareja quería terminar todo lo mas rápido que pudiera para asi no ser descubierta. Pero justo llegando a su habitación salió un inconveniente.

  —Mierda.

  —¿Qué pasa?

  —Ahí dos policías delante de su puerta.

  —Espera un poco.

  —Si.

Pasaron tres minutos y ellos seguían ahí hablando con el esposo, cuando pensaban que no iba a terminar nunca y tendría que cancelar la misión, los dos hombres se marcharon. El marido de la chica salió un minuto después y eso me hizo un favor.

  —Es hora Cristo.

Las puertas del hotel se abrían a través de tarjetas pero Cristo se las ingenio para abrirlas igual que las cámaras.

  —Ten cuidado.

La puerta se abrió, me puse unos guantes mientras esperaba que aquellos se fueran, tenia que tener mucho cuidado para no dejar nada que pudiera delatarme.

  —Que rápido fuiste amor  —se gira y se sorprende

  —Si  —sonreí  —fui rápida.

  —¿Cómo haz entrado?

  —Una no revela sus trucos  —saco el cuchillo, sujetándolo firme me acerque a ella poco a poco.

  —Espera ¿que vas a hacer?

  —Intestaste matar a mi marido.

  —No solo quería matarte a ti, tu marido es un buen partido y no iba a dejar que un pez gordo como él se me escapara.

  —Mejor dicho querías matarme por haberte dejado en ridículo enfrente de tanta gente y tampoco soportaste que mi marido te rechazara, te haz dado cuenta de que no puedes tener a todos los hombres a tus pies.

Estaba ya a su altura y antes de que ella pudiera gritar o apenas defenderse, el cuchillo le desgarro la garganta provocando que ella se llevara las manos a esta para intentar frenar el desangrado.

  —Carolina, el marido esta enfrente de la puerta.

Apresurada me escondí detrás del muro que separaba la puerta de la habitación, mientras la mujer caía al suelo media consciente, una vez que el marido entro y la vio, apresurado se acerco.

  —¿Qué te ha pasado?

  —Es lo que pasa cuando os metéis con Carolina Bartholion.

Saque la pistola y antes de que pudiera girarse apreté el gatillo, cae al suelo muerto, mire unos segundos y con la misma me fui.

  —Vuelve rápido al pasillo donde esperaste.

  —Si ya voy.

  —Rápido.

Una vez que estuve allí, me quite los guantes y auricular, como sino hubiera pasado seguí mi camino.

Hola Buenas noches. Os dejo un pequeña parte :). Me alegro que todo os vaya bien. Esperemos que esto del COVID pase rápido. Me gustaría que le dierais una oportunidad a la otra obra igual que se lo habéis dado a esta.

Muchas gracias.

Un besoxxxxxx

Los Reyes de la Mafia (Terminada) Where stories live. Discover now