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Secándose el pelo junto al umbral de la puerta del baño, TaeHyung sonreía entretenido al ver que WooJoo se tomaba el biberón con tanto entusiasmo que, golpeando con suavidad la mejilla de JungKook, seguía el ritmo de la canción que a un volumen moderado se proyectaba en la televisión ubicada en la pared frente a la cama.

— ¿Terminaste? —dejando la toalla a un lado, se acercó TaeHyung al ver que WooJoo le extendía el biberón con una sonrisa— ¿Te gustó la leche con sabor a chocolate? —quiso insistir, pero el menor dio como respuesta sólo un asentimiento de cabeza y luego desvió la mirada hacia el televisor, curioso ante la nueva canción que se estaba proyectando.

— Tae..., ¿qué... hora es? —estirándose, todavía con los ojos cerrados, preguntó JungKook tras despertar.

— Son las seis —respondió besándolo en la frente—. Cuida a tu hermano, yo bajaré a preparar el desayuno y tal como acordamos anoche, bajarás sólo cuando te avise, ¿sí?

Al ver que JungKook continuaba con los ojos cerrados en su intento de seguir durmiendo, TaeHyung lo tomó del brazo y ejerciendo fuerza logró que el cantante se sentara en la cama.

— Despierta, te llené la tina con agua para que te bañes con WooJoo-ya, hazlo pronto que en media hora deberíamos estar contándoles a todos lo que pasó ayer.





Unos minutos más tarde, con el pelo lleno de espuma y mirándose de frente al estar sentados en la tina, JungKook no entendía cómo esa podía ser su nueva realidad, una en la que un niño extraño esperaba con tranquilidad a que terminara de bañarlo.

Sabía que llegado el nuevo día se iba a enfrentar a una serie de cambios que, tal como había conversado la noche anterior con TaeHyung, lo mantendrían a prueba, a una abrumadora prueba de saber organizar sus complicados horarios con los cuidados de un niño que no conocía.

— Eres muy tranquilo... —comentó el cantante tras un suspiro, confundido en cierta medida por el hecho de que WooJoo no llorara o preguntara por su madre.

— ¿TeTe?

— ¿Ha-hablas? —se sorprendió luego de casi atragantarse con su propia saliva.

— ¡TeTe!

— ¿Tae?

— ¡Sí! —respondió WooJoo con una sonrisa amplia apuntando hacia la puerta del baño.

— ¿Quieres ir donde Tae? —obteniendo como respuesta el asentimiento de cabeza del menor, JungKook sonrió de medio lado— Cierra los ojos, si quieres ir donde Tae, primero debo quitarte el shampoo del pelo.

Dócil ante su petición, WooJoo se mantuvo quieto mientras JungKook lo terminaba de bañar y luego, envuelto en una toalla, esperó con paciencia sentado sobre la cama a que JungKook eligiera con qué prendas de ropa lo vestiría.

— ¿Estará bien con esto? —murmuraba JungKook mirando uno de los conjuntos que Ji Sung había enviado a comprar el día anterior— ¿Te gusta? —volteó a mirar a su hermano, pero antes de obtener alguna respuesta, TaeHyung ingresó en la habitación.

— ¿Todavía no están listos? —se sorprendió el actor, por lo que apresurándose en tomar la ropa que JungKook tenía entre sus manos, dijo que se encargaría de vestir al menor— El desayuno está casi listo —añadió mientras le devolvía la sonrisa a WooJoo.

— ¿Pudiste mencionar algo?

— Nada —respondió en tanto JungKook buscaba en el armario la ropa que tomaría prestada—. JeongGyu estaba contándole a mamá un sueño que tuvo, la enana todavía no baja y mi papá quería venir por ti, así es que no se me ocurrió cómo introducir el tema de WooJoo y tuve que subir antes de que papá lo hiciera.

V de VenderíamialmaparafollarteotravezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora