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Después de que un segundo se transformara en toda una eternidad, al abrir los ojos TaeHyung observó a la mujer que con arma en mano encontró su mirada y mostró una espeluznante sonrisa, entonces, sólo entonces pudo reaccionar y al mirar hacia atrás, hacia JungKook, no supo si gritó o no su nombre, pero lo que sí recuerda con nitidez es ver al cantante encorvado, con ambas manos sobre el muslo izquierdo.

— ¡NO TE MUEVAS! —gritó ella apenas TaeHyung quiso dar un paso hacia JungKook, quien lentamente se dejó caer sentado en el suelo, quejándose apenas, sin quitar la mirada atónita de quien continuaba apuntándolo con el arma.

— ¿Mamá?

— ¿Ahora me llamas mamá? ¡¿AHORA CUANDO MI VIDA ESTÁ ARRUINADA POR TU CULPA?!

— ¿Qué quieres? —preguntó JungKook, de alguna forma recomponiéndose al entender que sí, que su mamá era la persona que lo seguía apuntando con una pistola.

— Quiero que me entreguen a mi hijo, ¿no es obvio?

— ¿Así es que para recuperarlo piensas matar a otro de tus hijos, mamá?

— N-no... —dudó la mujer, desviando la mirada de JungKook hacia la de TaeHyung porque la postura repentinamente fría del pelinegro la llenó de pavor— Sólo... sólo quiero que lo traigas, tú te lo llevaste —señaló a TaeHyung con vehemencia—. Maldito infeliz, ¡me lo quitaste! Y... y si no lo traes, ¡soy capaz de quitarte a JungKook para que sepas lo que se siente!

— Estás loca —negó el cantante desde el suelo, con una sonrisa que distaba del nerviosismo que tenía a TaeHyung paralizado— ¿Crees que tendrás tiempo para esperar a que traigan a WooJoo? De seguro la policía llegará en cualquier momento.

— Por favor, no haga esto —rogó TaeHyung, nervioso por saber cómo estaba la herida de JungKook—. Déjeme llevarlo al hospital, si no lo atienden pronto...

— ¡NO TE ACERQUES! —lo detuvo nuevamente ante un segundo intento de TaeHyung por acercarse al pelinegro.

— Señora, ¡por favor! —insistió el actor, meditando sobre qué debía decir para que la mujer se tranquilizara— Si quiere ver a WooJoo, ¡haciendo esto sólo logrará que la encarcelen!

— Haga lo que haga me encarcelarán de igual modo porque no tengo cómo pagar abogados que estén al nivel de la puta empresa de JungKook, ¡así es que súbete el auto y llévame donde mi hijo!

— De nada sirven los abogados... —murmuró el cantante con la cabeza gacha, como si se le estuviesen agotando las fuerzas—, al final todo quedará en manos de lo que resuelvan los psicólogos cuando entrevisten a WooJoo...

La rabia mezclada en desesperación llevó a la mujer a disparar hacia arriba, como si se estuviese predisponiendo a arremeter contra JungKook nuevamente. No obstante, cegada por las emociones, los segundos que perdió en decidir qué hacer, en comprender que su plan desde un principio carecía de lógica, la hicieron bajar la guardia al punto en que sólo reaccionó cuando el actor rompió el repentino silencio con un desesperado grito.

— ¡JUNGKOOK! —se asustó TaeHyung al verlo caer hacia un costado, por lo que sin importar que la mujer siguiera amenazándolos con el arma, corrió hacia el cantante para tomarlo entre sus brazos— JungKook, JungKook, por favor, ¡despierta! —lo removió dándole la espalda a la mujer— Mierda, ¡HAY QUE LLEVARLO A UN HOSPITAL! —gritó mirando hacia los lados, buscando a alguien que lo ayudase. Sin embargo, a punto de romper en un ahogado llanto producto del horror, una leve mordida en su pezón derecho lo sobresaltó y casi lo hace gritar de no ser porque JungKook lo estaba mirando con una sonrisa.

V de VenderíamialmaparafollarteotravezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora