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Completamente vestido, sentado en la cama JungKook sostenía a TaeHyung como si fuera un bebé, uno grande que parecía contento con los mimos, pero a la vez berrinchudo porque faltaban pocos minutos para su separación.

— ¿Y ahora cuándo te veré? —consultó TaeHyung con un puchero, el que JungKook no desaprovechó en besar.

— ¿Quién eres tú y qué hiciste con el TaeHyung que se hacía de rogar para verme? —riendo, JungKook volvió a besar al castaño sin darle la oportunidad de que éste se quejara o contradijera sus palabras. Sin embargo, una vez que sus labios se separaron, de igual modo TaeHyung se excusó.

— Si me negaba era porque sabía que sólo me querías para follar.

— Amo follar contigo —confirmó JungKook ganándose un golpe en la frente— ¡Auch! ¡En la cara no! —exageró sobándose la zona dañada mientras TaeHyung reía.

Y antes de que alguno pudiera volver a decir algo, un golpe en la ventana los alertó, dando a entender que el mánager había llegado y llamaba a JungKook de la única manera en que podía hacerlo.

Con cuidado al separarse del cuerpo del actor, JungKook se apresuró en llegar a la ventana para indicar que bajaría de inmediato, mas al voltear, fue TaeHyung el que lo retuvo al tomarlo del rostro y juntar sus labios en un beso lleno de los sentimientos que no podía expresar de otra manera.


Si separarse de TaeHyung costaba de esa desgarradora forma, JungKook no quería pensar ni por un segundo en cómo lo haría el día en que tuviera que viajar al extranjero. Por ello, sólo con la intención de disfrutar del momento, JungKook dejó en el olvido lo que vendría a futuro y se dedicó a sentir en todo su ser lo que era estar junto al castaño.

— Te llamaré —mencionó el cantante en una breve pausa—, o vendré por ti...

— ¿Cuándo es tu vuelo? —dejando besos sobre el lunar del cuello de JungKook, el mayor suspiró cada palabra y luego se apartó para mirarlo a los ojos a la espera de su respuesta.

— Viajamos el martes.

Sorprendido ante lo que acababa de escuchar, contando con los dedos el castaño hizo un puchero al comprobar que restaban sólo tres días para aquello.

— Dudo que nos podamos ver hoy, pero... tal vez mañana ¿Tienes algo que hacer?

— No —negó TaeHyung de inmediato.

— Bien —sonrió en grande—, espero que de aquí a mañana se resuelva el tema de mi número de teléfono, pero si no, te puedo llamar desde el celular de Jin hyung.

Asintiendo repetidas veces, TaeHyung volvió a besar al cantante y se apartó sólo cuando volvieron a sentir un golpe en la ventana.

Entonces, casi huyendo de esa casa, JungKook se marchó teniendo claro que si miraba atrás no iba a ser capaz de enfrentar el mundo real y abocarse a todas sus obligaciones, consolándose a la vez con el hecho de que TaeHyung había dicho que estaría esperándolo, sin importar la hora a la que lo buscara.







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TaeHyung llevaba meses sin ver a Mark, por lo que su repentina llamada lo hizo aceptar de inmediato un encuentro del que Sana, YuGyeom, MinJae y BamBam también serían parte. El lugar que los recibió estaba a escasas cuadras del bar de Jackson, lo que los hacía intuir que después de disfrutar de la cena dirigirían sus pasos hacia lo conocido.

Y si alguna vez entre Sana y Mark hubo un acercamiento amoroso, en ese momento en que estuvieron todos juntos el pasado pareció quedar ahí, en el pasado, sobre todo ante las intenciones de Mark, quien sin esperar la llegada del postre fue directo a lo que pretendía comunicar desde un principio, consiguiendo con ello que BamBam y YuGyeom se alborotaran al instante y Sana riera a carcajadas ante lo escandalosos que estaban siendo sus amigos.

V de VenderíamialmaparafollarteotravezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora