Capitulo XXX

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Me bajo del auto y me giro hacia el edificio, lo miro unos segundos antes de avanzar

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Me bajo del auto y me giro hacia el edificio, lo miro unos segundos antes de avanzar.

Hubiera sido mejor que Astrid me acompañara.

Al final Venus vino al apartamento y me envió un mensaje diciéndome si podía recogerla esta mañana. Me sorprendió lo temprano que se levantó, no debe gustarle ahí.

Le pregunte unas cinco veces si estaba William y me dijo que no, al parecer durmió en la universidad, o en otro lado.

Me adentro y dudo un poco, Venus quería que la recogiera y eso lo se porque su resaca siempre necesita un hombro.

Mentalizándome de que solo estaré parada en la puerta, me adentro al ascensor mientras suspiro. Llego al piso en donde están y luego hacia la puerta, mientras doy un vistazo.

No es tan desagradable como pensé.

Llego y levanto mi brazo para golpear la puerta, se abre abruptamente luego de unos segundos.

Levanto mi mirada hacia Brian, hago una mueca.

—¿Cómo estas, enana? —sonríe

—Brian. ¿Donde esta Venus?

—En la habitación —se hace paso

—Yo espero aquí.

—Tranquila, enana, con confianza —estira su brazo y rodea mi hombro, llevo mis ojos al techo mientras me hace pasar—. No esta William si es lo que te preocupa, anoche se escapó con una rubia.

Suspiro.

—No me interesa William.

—Uh, bueno. Ve por mi chica resaca, mi café se quemará.

Se aleja y lo miro unos segundos mientras se acerca a la cocina, me acerco al pasillo y me inclino hacia la única puerta abierta.

Frunzo el ceño.

No hay nadie, solo ropa tirada y una cama desacomodada.

—Brian —giro mi cabeza hacia el

Camina a paso sigiloso hacia la puerta, me acerco a el.

—¿Qué estas haciendo? 

Camina más rápido y sale, asoma su cabeza antes de cerrar la puerta.

—Mentí —tararea mientras levanta su mano, mueve el teléfono de Venus en el

Termina de cerrar la puerta y me quedo parada con la boca abierta mientras escucho la cerradura. Aun así avanzo y giro con fuerza el pomo, aprieto mi mandíbula.

—Hijo de la gran puta —farfullo

Me tenso al escuchar una puerta abrirse a mi espalda, trago saliva y me aferro al pomo. Escucho como se acerca a mi como si fuera una maldita película de terror, y así se siente.

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