La universidad Wandlung, una de las más famosas de la ciudad y prestigiosas. Su reputación cada vez es mejor y todo gracias a la fraternidad "Alpha", regida por los hombres considerablementes más populares de la universidad.
El lider, William Wang...
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Bajamos ordenadamente del autobús, afirmo la mochila a mi hombro y miro el panorama. Suspiro y por unos segundos disfruto del aire.
Todo el lugar es puro verde y la prolijidad y lo cuidado que esta me causa satisfacción. Lo único que llama la atención es la mesa larga, obviamente para comer y la pequeña cabaña a lo lejos, con lo que supongo que es para los directivos.
Del otro lado de la mesa hay un gran espacio, ahí deben ir las carpas.
Comenzamos a caminar y las voces de ellos se escuchan, los miro unos segundos.
—De acuerdo, de este lado irán las carpas de los chicos y del otro el de las chicas —la vicedirectora se coloca frente a nosotros—. Se que intentaran hacer cosas inapropiadas en la noche pero esto es una salida para divertirse —nos señala—, por eso dejaremos a unos hombres vigilar.
Pobre ilusa. Yo si respetaré eso, ya que no tengo ninguna intención de cruzarme del otro lado.
—Podemos empezar con un rico almuerzo, vamos —comienza a caminar, pero la única que los siguen son los directivos
Las chicas me miran y suspiro.
—No nos gusta seguirla —habla Astrid, mirándome—, no nos cae bien.
—Tenemos que comer —digo, mientras comienzo a caminar—. Luego podemos desobedecerla.
A los segundos siento como me siguen.
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Le doy otro mordisco a mi sándwich y vuelvo a mirar a Venus, quien hace reír a las chicas con sus anécdotas. Que este ebria la hace más divertida. Y tiene razón, lo sabe disimular bien.
—¿Puedo tener su atención un segundo? —giro mi cabeza al escuchar la voz de la vicedirectora
