Capitulo XLVII

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Me mantengo de brazos cruzados, mirándola como habla con Venus

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Me mantengo de brazos cruzados, mirándola como habla con Venus. Ya pasó más de media hora. Se encuentran junto a Brian hablando con sus padres, puedo ver lo incómodo que está.

Emma frota su cuello y cierra unos segundos los ojos, sonrío. Se esta removiendo hace minutos y no logra entender porque, nunca se imaginó que se le devolvería.

Exactamente como la viagra, pero para mujeres. La pobre se la tomó en el champán sin dudarlo, ahora tendrá lo que le dije, la venganza personal.

Parece no aguantar y le murmura algo a Venus, se levantan al mismo tiempo.

Se disculpan con sus padres y se dirigen a las escaleras, las sigo.

Subo luego de que hayan cruzado el pasillo para que no me descubran. Me detengo antes de cruzar y me quedo en la pared para escuchar.

—¿Estas qué? —inclino levemente mi cabeza, Venus la mira confundida

—Me siento mal, no se —se mueve inquieta—. Creo que ese imbécil me puso algo en la bebida.

—Aah —levanta las cejas—. Lógicamente, se enojó porque lo excitaste con una pastilla y ahora el te devolvió —ríe—. Este neandertal.

—Venus —lloriquea—, es en serio. Es muy extraño —vuelve a frotar su cuello

—Si, te ves como una gata en celo —sonrío—. Ojala pudiera ayudarte pero ya sabes, estoy con el gay Brian —se encoje de hombros—, ¿quieres mi habitación así follan?

Vuelve a golpearla.

—¡Venus! —gruñe—. ¿No entiendes que es lo que el quiere?

—Bueno, bueno —levanta sus manos—. ¿Y que es lo que quieres?

Rasca su cabeza mientras parece pensarlo, ladeo la cabeza. Por supuesto que quiere que la folle, solo que no quiere admitirlo.

—Tal vez si me doy una ducha fría —asiente, evito reír

Ni ella se lo cree.

Venus tampoco, la mira hasta con pena.

—De acuerdo, hay un baño en mi habitación —se coloca de costado—. También hay ropa por si no quieres ponerte de vuelta el vestido, es vieja así que seguro te quede bien.

—Bien —asiente

—Tarda lo que quieras, de seguro me quede a dormir también.

—De acuerdo —vuelve a asentir—, gracias.

Acaricia su brazo y luego la deja ir, camina por el pasillo mientras que Venus hacia las escaleras. No me molesto en esconderme y su cabeza se gira hacia a mi, me mira de arriba abajo.

Suspira.

—No hagan desorden.

Asiento aún sonriendo y sigue su camino, me giro para seguir a Emma. Cierra la puerta, me quedo unos segundos afuera.

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