PRÓXIMAMENTE:Continuación de El gen salvaje: Paciente Cero.
¿Qué pasó con el pequeño pavoreal?
¿Debbie y P0 lograron encontrarlo?
¿La familia volverá a estar unida?
¿Atraparán a Slade?
¿Qué otros peligros aguarda la isla?
Vamos a ver...
@melissaBS m...
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Capítulo 9
Raykhan
—¡Raykhan!
Oí que exclamaban mi nombre amplificado por los altavoces de la arena donde íbamos a pelear.
La pared que me ocultaba se movió había un lateral dejando una apertura ancha que se llenó de luz iluminando mi cuerpo.
Los aplausos no se hicieron esperar así como tampoco los abucheos gritando mi nombre o el del kigeni al que iba a enfrentar.
Mi entrada fue magnífica,tal y como me enseñó mi entrenador,apresar de su alcoholismo, seguía siendo el mejor. Paso lento y preciso, haciéndome desear, mi cola extendida casi casi rozando el suelo y mis alas reposando lánguidas en mi espalda igual que una elegante capa de plumas tricolor.
Más que un pequeño príncipe mi apariencia y mi porte eran las de un rey.
Mis ojos recorrieron los ventanales dónde los kigeni's se agrupaban para presenciar el combate,sus palcos eran de lo más elegantes hasta donde alcanzó a ver y con una seguridad del 100% para que a ninguno de los peleadores se le ocurriera la brillante idea de atacarlos para escapar. El vidrio que protegía estos palcos eran blindados con un grosor de 30 cm lo que no era fácil de quebrar. Las paredes de acero reforzado con un blindaje de 10 cm y hombres armados en puntos estratégicos dispuestos a cualquier cosa.
Todo se veía perfectamente desde ambos lados.
Un hormigueo erizó mis plumas cuando unos ojos dorados me regresaron la mirada desde uno de esos vidrios.
—¡Eres un niño! — exclamó el kigeni que tiempo después se convertiría en mi amigo,distrayendome.
—Ya cumplí catorce — pronuncié con orgullo echándole un vistazo altivo. Eso le hizo gracia por que se sonrió. Cuando volví a mirar hacia el palco,la elegante dueña de aquellos ojos dorados ya no estaba.
De pronto sentí ansiedad.
—El ganador de este encuentro,obtendrá un pase directo al primero de los diez combates por diez millones de dólares — vociferó el Guardián del zoo —,Así como a un lindo trofeo que acaba de llegar a nuestro Zoo — proclamó. En una de las pantallas gigantes dónde se exhibía la pelea apareció una linda madár de plumas y cabellos de fuego,se veía asustada aferrándose a los barrotes de aquella jaula donde la mantenían encerrada.
