Capítulo 12

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Seis cajas de pañuelos y tres días después aun no consigo sentirme del todo mejor. Lograr que las lágrimas dejen de caer ha sido todo un desafío pero finalmente lo logre. La peor parte fue cuando encontré la remera de Felix en una esquina de la habitación, el olor de su perfume y los recuerdos de la otra noche inundaron mi mente dejándome con ganas de absolutamente nada. Con un impulso de valentía la metí en el lava ropas para que por lo menos el olor a su perfume desapareciera de esta.

Cada vez que paso por delante de la puerta de la casa mi estómago se revuelve, la he cagado. Calentón de verano o no he de aceptar que Felix me importa y que el resiente mes que ha pasado desde que lo conocí fue uno de los mejores y ahora no quiero perderlo por una estúpida discusión.

Se que lo que le dije le dolió tanto como a mi me dolió su respuesta, pude notarlo en su rostro, de todos modos esto no significa que se arrepienta y eso es lo que me da vueltas en la cabeza.

Cargo mi mochila sobre mi hombro, estoy cansada de sentirme mal, hoy el sol parece brillar como nunca lo hizo antes y no planeo quedarme encerrada llorando ni un solo dia mas.

― ¿Estas lista? Si no te apuras me voy a ir sola. ― Le grito a Sia quien sigue preparandose en el piso de arriba.

- ¡Estoy bajando!- chilla y luego escucho sus pasitos bajando por la escalera.

- ¿No crees que vas muy arreglada para un día en la playa?.- Pregunte al ver su maquillaje y su ropa. - Todo ese rímel va a correrse con las olas.

Sia rodó los ojos y paso por mi lado meneando las caderas, al llegar a la puerta se volteo y me miro haciendo ojitos.

- Es que va a estar Ben. - Contestó emocionada y luego salió corriendo en dirección al auto.

Siempre me había dado un poco de impresión o miedo la manera en la que Sia conducía. Digamos que enviar mensajes de texto y cantar P!nk a todo volumen mientras mantienes el acelerador a 120kmh no es la manera mas recomendada de conducir así que apenas el auto dejó de moverse en el estacionamiento E-4 prácticamente me tire de rodillas y besé el suelo, agradeciendo una vez mas haber sobrevivido a una travecia en auto junto a Sia.

La playa estaba a rebalsar de gente de todas las edades, desde familias con bebes hasta ancianos que habían existido en la edad de piedra, por lo tanto encontrar un lugar para estar no fue la tarea más sencilla. Finalmente encontramos un espacio en el lado oeste de la playa donde extendimos nuestras toallas y nos tendimos a tomar sol.

El día recién comenzaba y esa zona tampoco tardó en llenarse de gente al igual que el resto pero a diferencia de el resto de la playa la gente que se paseaba por aquí era mucho mas pareja en edad que en los otros lugares, podría apostar que al igual que nosotros la mayoría que rondaba era de unos dieciocho/ diecinueve años.

- Ahí viene Ben. - grito Sia poniéndose de pie de la nada. - ¡Hola Ben!. - grito emocionada agitando una de sus manos en el aire saludando.

Mire en dirección a donde Sia saludaba pero no logre ver Ben entre toda la gente.

-¿Donde? No lo veo.

- ¡Ahi! - chilló señalandolo entre la gente y forzando un poco la vista logre ubicarlo. - ¡ Y viene con Nolan! ¡Me muero!.

-¿ Nolan? ¿Quien es Nolan? ¿Su pe...- Commence a decir pero la oración quedo en el aire en el momento en el que vi a el chico rubio que caminaba junto a Ben en dirección a nosotras.

- Después de suplicarle a su primo Holton, Ben logro convencerlo para que lo deje inscribirse en ese sitio en el que puedes alojar personas de todo el mundo. - Había escuchado hablar de ese sitio. Básicamente ofreces tu casa como lugar de hospedaje a viajeros de todo el mundo, es interesante. - El es Nolan Trayhood y es de Perth, Australia.

"F" of forever [Felix sandman]Where stories live. Discover now