Me Quieres o Me Olvidas [JJBA]

7. Desesperado - Parte II

NOTA: Sólo para evitar confusiones, les recuerdo que este capítulo ocurre paralelamente al anterior.

*Inserte aquí el tema de La Madrastra (Víveme - Laura Pausini.mp3)*

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Jotaro se había desvelado haciendo un montón de tareas en la casa. No sólo limpió el desastre de latas y botellas de bebidas alcohólicas que había por todo el lugar, sino que también limpió a profundidad la cocina (esto incluyó tirar a la basura toda la comida con vida propia que había en el refri), lavó los baños y toda la ropa, ordenó las habitaciones y le cambió el agua a los peces.

El por qué no esperó a que amaneciera para hacer todo esto es todo un misterio. Pero mejor no interrumpirlo ahora que por fin estaba haciendo algo de provecho.

Así que se quedó dormido a eso de las 5 de la mañana, y no se despertó hasta cerca del medio día. Era muy diferente despertar en una casa limpia. Esperaba que a Nori le gustara ese cambio.

Después de bañarse y vestirse, revisó su teléfono. Solo tenía algunos mensajes de Polnareff preguntándole si pensaba ir a la pollería o si iba a buscar a Jolyne. Jotaro respondió, confirmando la segunda opción. No sabía qué iba a hacer, pero estaba decidido a encontrar a su hija. Y estaba muy consciente de que reconciliarse con Jolyne iba a ser mucho más difícil que hacerlo con Nori.

También se alegró de ver que después del mensaje de "Ahora estoy ocupado" que había enviado la noche anterior sólo había un "Ok, hablamos luego".

Pero bueno, mientras hacía las tareas domésticas esa madrugada, había llegado a la conclusión de que necesitaba ayuda para encontrar a Jolyne, y no solo eso, para saber qué decirle. Él definitivamente no era bueno con las palabras, así que necesitaba a alguien que lo aconsejara.

Bajó las escaleras, preparado para salir, y mientras se ponía su gorra, miró de reojo una fotografía que había dejado sobre la mesita de la sala la noche anterior, con intención de enmarcarla. La foto era de varios años atrás, cuando Jolyne tenía unos 5 años. En esta, Jotaro estaba sentado en el piso, y la pequeña lo estaba abrazando por la espalda.

Jotaro sintió un nudo en la garganta. No sabía cómo pudo dejar que Jolyne se alejara tanto de él. Casi nunca hablaba con ella, ni siquiera estaba muy seguro de las cosas que le gustaban ahora. No era raro que Jolyne hubiera preferido huir a casa de su amigo en lugar de pasar un día más con Jotaro. Era un padre terrible.

Le echó un último vistazo a la foto antes de tomar las llaves de su auto y salir con una dirección en mente.

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—... entonces solo se fue, y no lo he visto desde entonces— relataba Jotaro —Y después, cuando volvimos a casa y vimos que él no estaba, bueno... Tal vez Jolyne y yo no dijimos un par de cosas fuera de lugar, y aparentemente ella se fue luego de eso