Me Quieres o Me Olvidas [JJBA]

15. Me Quieres o Me Olvidas

*Inserte aquí el tema de Fuego en la Sangre (Para Siempre - Vicente Fernández.mp3)*

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Dio estaba terminando de pintarse las uñas, sentado en la barra de la cocina, mientras trataba de decidir qué iba a desayunar.

Bueno, Jonathan había aceptado verlo ese día. Extrañamente, Dio no se sentía nervioso con esto. Había estado pensando en lo que Diavolo le había dicho, y pues sí, tenía razón. Lo que a Dio le molestaba era saber que Jonathan lo había superado y, sobre todo, que él se había puesto tan mal ante su regreso.

La perspectiva de estar enculado con alguien lo hacía sentirse asqueado consigo mismo.

Al contrario de como había ocurrido el otro día, Dio no se esforzó por verse tan elegante. No se puso un traje, pero sí un pantalón de vestir, camisa y suéter a juego.

Ya tenía en mente algunas de las cosas que le tenía que decir sí o sí a Jonathan, y las ensayó en su mente una y otra vez para que no se le fueran a olvidar en el momento de la verdad.

—Buenos días, papá— saludó Giorno, entrando a la cocina

—Buen día, Giogio— respondió Dio

Giorno lo abrazó por la espalda. Él también estaba bañado, vestido y listo para salir.

—¿Quieres desayunar?— preguntó Dio, tapando su barniz de uñas

—No gracias, iré a almorzar con Mista— respondió Giorno

—Ah, bien

Giorno se sentó frente a Dio.

—Que guapo te ves hoy, mi niño— comentó Dio, con una sonrisa

—Gracias, dicen que me parezco a mi papá— respondió Giorno con una débil risita

Dio lo miró con suspicacia. Giorno estaba haciendo cara de estar escogiendo las palabras adecuadas.

—Papá... Lo siento mucho— dijo el chico rubio al fin

—¿Por qué?— preguntó el hombre, soplando sus uñas para que se secaran

—Creo que cometí un error con lo de la cena del otro día... Lamento no haberme disculpado antes

Dio miró a su hijo con atención. Él se veía algo avergonzado, incluso estaba haciendo un pequeño puchero.

—¿Por qué te disculpas?— preguntó Dio

—Pues porque las cosas no salieron como esperabas— explicó Giorno —Me precipité y te hice pasar por todo eso... Sé que te incomodó

—No tenías manera de saberlo, Gio. Además, no es tu culpa. Aunque me gustaría saber por qué lo invitaste sin avisarme antes