DOLOR

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El sonido de un plato romperse se escuchó en el interior del Jinshi y después el aroma a sangre se intensificó, Jiang Cheng sabía lo que estaba ocurriendo, pero sus pasos fueron detenidos por el segundo sonido que escuchó a unos pasos de donde se encontraba.

- Tío, venía a saludar a mi tío Wei - dijo Jin Ling tranquilo pues aún no se percataba del aroma a sangre - No pensé que también vendrías a saludarlo tan temprano. -dijo en tono de sorpresa.

Lan Zhan y Jiang Cheng compartieron una mirada por unos segundos antes de que Lan Zhan caminara hacia el Jinshi y Jiang Cheng tomó a Jin Ling para llevárselo lejos pues creía que la escena que se presentaba en el Jinshi sería mucho para aquel joven.

Al abrir la puerta vio el plato de sopa en el suelo roto y a su hermano sosteniendo una cubeta bajo la boca de su amado que estaba nuevamente vomitando sangre, rápidamente cerró la puerta y caminó hacia la cama para ayudar a su hermano con la cubeta mientras daba suaves caricias en la espalda de Wei Ying.

Cuando la sangre dejó de salir por sus labios les dirigió una suave sonrisa a los hermanos Lan que lo veían angustiados.

- No tienen que verme así, Jiang Cheng lo hizo toda la noche, pero al menos no me vio con lástima. - dijo haciendo un puchero.

- Wanyin es bastante bueno con usted joven Wei, creo que pensó que usted vomitaría nuevamente y por eso preparó varios tazones de sopa - dijo Xichen señalando los otros tazones de sopa en la mesita que se encontraba a un lado de ellos.

Toda la mañana los Jades de Gusu permanecieron en el Jinshi cuidando de Wei Ying, el cual a pesar de seguir débil, adolorido y muy triste, ya comenzaba a tomar color en sus mejillas.

Todos en Gusu no sabían qué había ocurrido con los Jades ya que muchos juraban haberlos visto el día anterior o en la cocina preparando algo hacia unas horas.

Jiang Cheng mantuvo ocupados lo más que pudo a los líderes de secta Nie y Jin, al igual que a cierto par de discípulos curiosos, que querían ver a Wei Ying para organizar la fiesta.

Jiang Cheng también le explicó a Qiren que sus sobrinos se encontraban con buena salud pero que estaban cuidando de Wei Ying que no se encontraba bien.

Qiren creyó que esto era alguna broma de muy mal gusto por parte de Wei Ying, así que en cuanto Jiang Cheng salió de la sala, él se dirigió al Jinshi a toda prisa.

Todos los alrededores de ese lugar estaban vacíos, él no era consciente de la indicación que dio su sobrino de que nadie debía acercarse aquel lugar hasta nuevo aviso.

Cuando estuvo a unos pasos de la puerta el olor a sangre hizo que la piel se le erizara y muy preocupado se posó frente a la puerta y la abrió con fuerza.

Frente a sus ojos veía a su sobrino Lan Zhan en la cama limpiando a su esposo, en el piso Lan Xichen lavaba la sangre del suelo.

- ¡LEVANTATE, NO ERES SU SIRVIENTE NI MUCHO MENOS! - gritó bastante furioso viendo a Xichen en el suelo.

- Tío, por favor salgamos y hablemos en otro lugar - dijo Xichen mientras se levantaba del piso y acomodaba sus túnicas.

- ¡ESTO ES OBRA DE ESE "HIJO DEL DIABLO" - gritó Qiren señalando a Wei Ying con su largo dedo!

- ¡SALGA AHORA! O no me hago responsable de lo que pueda pasar en MI habitación -exclamó Lan Zhan sin levantar la vista de los bellos ojos grises de su esposo

- Tío por favor, salgamos yo le... - Xichen intentaba razonar con su tío, pero éste le interrumpió antes de poder terminar de hablar.

- ¡MIDE TUS PALABRAS! Lan Zhan, antes de ser su esposo, eres un Lan y debes comportar te como tal, ¿qué clase de hombre se deja llevar por sus instintos antes que por la razón? - dijo Qiren siendo bastante cruel

- La clase de hombre que... - Lan Zhan tomó aire antes de decir lo que, para él, eran sus últimas palabras antes de tomar medidas drásticas si su tío decidía continuar con esa absurda conversación. - ¡ACABA DE PERDER A SU HIJO! - gritó Lan Zhan con una evidente tristeza en su voz que amenazaba con quebrarse si pronunciaba cualquier otra palabra.

Lan Qiren no sabía cómo reaccionar ante las palabras de su sobrino, volteó a ver a su sobrino mayor en busca de alguna señal de sorpresa o de afirmación, éste solo asintió con una triste mueca en su rostro.

Xichen estiró su brazo dándole a entender a su tío que saliera de la habitación para hablar con calma. Lan Qiren salió sin pronunciar otra palabra y Xichen solo le dedicó una suave mirada a Lan Zhan y éste solo asintió, sabía que su hermano se estaba disculpándose por la anterior actitud de su tío.

Xichen cerró la puerta tras de él y se dirigió junto con su tío a buscar a Jiang Cheng para poder explicar con más calma la situación.

Todos se encontraban juntos con una cara pálida al ver al viejo Qiren frente a ellos ya que en sus anteriores visitas no solía acercarse a ellos en sus "pláticas".

- No pongan esas caras líderes, - dijo Qiren viendo a Nie Huaisang y a Jin Ling - solo vengo a confirmar una información con el líder Jiang... -suspiró bruscamente para pensar bien qué palabras usar.

- Usted dirá Maestro Qiren - dijo con calma Jiang Cheng, creía que hablaba de alguna situación respecto a las sectas o quizás sus discípulos le habían hecho perder cara, así que frunció el entrecejo.

- ¿Es cierto que Wei Wu Xian y Lan Wangji acaban de perder un hijo? - soltó sin más Qiren

Todos los presentes se quedaron pálidos, sus bocas estaban abiertas y sus mandíbulas amenazaban con caerse contra el piso.

- Este no era un buen lugar ni momento para decir eso - gruñó Jiang Cheng mientras se levantaba de su asiento

- ¿Mi tío qué?... - el rostro de Jin Ling reflejaba una gran tristeza y su voz sonaba entrecortada

Un joven discípulo cayó al suelo por la impresión y el dolor de escuchar la noticia

EL ROJO Y EL AZUL SIEMPRE VAN JUNTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora