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El cielo se encontraba nublado y dando indicios de lluvia. El viento despeinaba su cabello y erizaba los vellos de su piel al sentir la sensación fresca de esta, al igual que se meneaba de frente a atrás sobre sus zapatos y con sus manos entre los bolsillos de su chaqueta cubriéndolas del frío.
Aquel chico de tan solo veintiún años disfrutaba de la temporada de lluvia en la cual podía sentir aquellas sensaciones de tranquilidad pasar por cada célula de su cuerpo, así podía sentir cómo su cerebro entraba en estado de relajación y lograba pensar con claridad cada vez que quisiera, además de que hermosos recuerdos llegaban a su mente los cuales le hacían desear que éstos se repitieran constantemente para nunca olvidar aquel sentimiento el cual no sentía desde años atrás.
Soltó un fuerte bufido y bajó la mirada a su chaqueta donde ahora visualizaba una cajetilla de cigarrillos asomarse por ella. Se encontraba a punto de tomar del producto dentro de la caja sino fuera por una mano cálida que se posó en su hombro, una muy conocida y tranquilizadora para el más alto.
—Soobin, iré al instituto a recoger mis papeles con los chicos y quería ver si quieres acompañarnos —Soobin volteó y le sonrió al mayor frente suyo, quien tenía aquella cálida y amorosa sonrisa la cual únicamente sabía cómo dársela a él.
—Claro, Yeonjun —el mencionado asintió sin borrar su sonrisa y le arrebató la caja de cigarrillos, tomando uno y colocándolo entre sus labios. Soobin negó divertido y sacó un encendedor con el cual prendió el papel entre los labios del chico frente suyo.
—Bien, vamos —finalizó dando una palmada a la espalda de Soobin empezando caminar ahora con el cigarrillo entre sus dedos y retirando el humo de sus labios.
Soobin recogió su mochila del suelo junto con su libro y alcanzó a su hermano a pasos rápidos.
El par no tardó más de cinco minutos en llegar a su antiguo instituto gracias a sus motocicletas las cuales eran más rápidas que cualquier auto a su alrededor, todo gracias a las repentinas competencias que el par de chicos hacía por diversión al sentir aquella característica adrenalina recorrer sus cuerpos jóvenes y necesitados de ella en él.
El mayor debía regresar a su colegio anterior en busca de sus documentos para poder ingresar a una universidad, si es que éste quería. ¿La razón por la que le entregaban esos documentos fuera de tiempo? Bueno, había reprobado alrededor de dos materias que le habían impedido darle entrega de aquellos papeles tan importantes. Aunque a pesar de todo, Yeonjun no era el único que había sufrido esto ya que dos más de su grupo de amigos estaban en la misma situación.
Estacionaron la motocicleta y entraron al colegio completamente vacío, únicamente a lo lejos visualizando dos cuerpos los cuales reían con fuerza por temas desconocidos por los jóvenes recién llegados.
—¿Qué hace Taehyun aquí? Él no ha reprobado alguna materia —preguntó Soobin confundido.
—Lo sé pero sino mal recuerdo, estaba en casa de Hyunjin tratando de ligar a Yeji, su hermana, cosa la cual nunca pasará porque hace una semana declaró a qué lado realmente le apuntaba —soltó una risa burlona—. Por eso está aquí acompañando a Hyunjin de paso.
