Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Beomgyu se encontraba sentado en el sofá del salón de su casa, mirando su celular entre ratos, observando el contacto de Soobin y esperando su llamada.
Esa noche Soobin le había prometido ir a dormir con él, pasar la noche a su lado y disfrutar de una linda velada, pero al parecer Soobin se había olvidado por completo, o eso quería creer ya que era media noche y ni siquiera se había dignado a mandarle un mensaje explicándose.
Miró hacía su comedor y vió la mesa, con la comida servida, con una vela aromática olor a fresas la cual Soobin tanto amaba cada vez que entraba a su habitación, junto con una charola llena de los pastelitos favoritos del mismo.
Beomgyu se sintió un tonto, ¿Y si lo había dejado plantado?
Se levantó de su asiento y al llegar a la vela, sopló la llama para apagarla. Recogió los platos con la cena y lo volvió a colocar en la charola donde lo había cocinado, metiéndola al refrigerador y dejándola completamente guardada. Con desánimo miró los postres y tomó una caja donde los metió y dejó reposando.
Subió las escaleras y al llegar a su habitación se colocó una sudadera roja y unos pantalones de mezclilla cualquiera. Tomó su celular y llamó a Yeonjun con una leve sonrisa.
—Hola... —dijo cuándo su novio contestó la llamada.
—Bebé, ¿Pasa algo? —Beomgyu sonrió sintiendo una caída sensación en su pecho—. Justo iba a mandarte un mensaje, quería invitarte a casa, puedes quedarte a dormir también, realmente no tengo ganas de salir hoy con los chicos.
—Claro, te llamaba para saber si estabas en casa, iba a visitarte, cociné unos cuantos pastelitos y quería llevártelos —Beomgyu miró la caja, triste.
—Bien, ¿Paso a buscarte?
—No, no, realmente quiero caminar un poco, no está tan lejos.
—Es tarde, déjame irte a buscar, ¿Por mi ego como un buen novio, sí? —Beomgyu rió y aceptó. Al colgar, Beomgyu salió de su casa con la caja y se sentó en las escaleras de la entrada.
Soobin realmente le había dejado allí, con toda la preparación y emoción, no le había importado siquiera mandarle un mensaje de: "Tuve un inconveniente y no pude ir" o un simple lo siento. Beomgyu más que enojado estaba desconcertado.
Soobin no era así.
Pasados diez minutos, Yeonjun llegó con su motocicleta, emocionado al ver la caja con pastelitos.
—Vamos, te diría que tenemos la casa sola pero mi madre está allí, luego de un largo viaje de trabajo regresó, y estaba cocinando, se pondrá muy feliz al verte —Beomgyu asintió y abrazó a Yeonjun, ocultó su rostro en su pecho y evitó verse afectado—. ¿Estás bien? —Beomgyu asintió y sonrió con tristeza al sentir los dedos de Yeonjun acariciar su cuello y cabellos.
