᯽𝐏rohibido┋ᵃᵈᵃᵖᵗ ˢᵒᵒᵍʸᵘ ·۫ ☑️

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Un beso, cuatro citas, una planeación de discurso, un ramo de flores y una futura declaración, una invitación al baile de fin de año. Todo eso había ocurrido en el transcurso de un mes, todo después de que Soobin hubiera visto a Yeonjun besar a Beomgyu en los baños de la universidad aquel día.

Un mes incomprensible para Soobin, un mes lleno de confusión y frustración.

Aún no podía quitar de su cabeza aquella imagen, Beomgyu acorralado a una de las paredes del baño, Yeonjun con sus brazos a los lados de su cabeza y mirándole de forma demandante hasta que por fin había unido sus labios contras los rosas y esponjosos pétalos de Beomgyu. Un Beomgyu correspondiendo y posando sus manos sobre el pecho de Yeonjun.

Soobin quería dejar de pensar en aquello, pero no podía.

Cada vez que veía a Beomgyu sonreír, reír, hacer muecas abultando sus labios y abrirlos cada vez que hablaba; hacía a Soobin recrear aquella imagen en su cabeza, queriendo salir corriendo y encerrarse en su habitación para apoyarse a la puerta y jalar sus cabellos por la frustración.

Él había pensado que Beomgyu realmente haría un cambio después de eso, que él y Yeonjun serían una pareja inseparable y empezarían a florecer sentimientos entre ellos, que se tomarían en cuenta para todo y poco a poco ellos sería la pareja popular del colegio, haciendo a Yeonjun enfrentar al padre de Beomgyu y así poder ser verdaderos novios.

Sí, pensaba. Todo hasta el momento en que una mañana abrió su casillero y vió como una carta color rosa cayó de él, cuyo contenido leyó cuando supo quién era el remitente.

"Quería preguntarte esto en persona pero realmente estaba casi al cien por ciento seguro de que me rechazarías, dirías que ya tienes pareja, que tienes algo que hacer o algo parecido, y realmente quiero esto. Soobin, ¿Te gustaría ser mi pareja para el baile?

Si no quieres está bien, solo tienes que regresar a carta y ponerla en el escritorio de mi cubículo, y haré como que no he enviado nada. Si quieres, entonces tienes que darme la carta en persona, devolvérmela.

-Beomgyu."

Entonces esa misma mañana, mientras Soobin se encontraba en clases y Heeseung estaba ocupado, fingió una llamada telefónica y salió de la clase junto con la carta en mano.

Soobin iba a dejarla en su cubículo.

O eso pensaba. Entonces lo vió, con su ceño fruncido y su cabello marrón revuelto mientras forcejeaba con la envoltura de una barra de chocolate que no parecía abrir. Y el corazón de Soobin latió, latió de una manera torpe y desenfrenada.

No sabía cómo y cuándo, pero de un momento a otro sus pies se movieron hacia el chico, sus manos se estiraron y tomaron el chocolate, intercambiandolo por la carta de Beomgyu y devolviéndosela. Soobin con fuerza partió la envoltura del dulce y se lo entregó.

Beomgyu sonrió y tomó el chocolate para luego darle una mordida sin dejar de mirar a Soobin y acariciando la carta entre sus manos.

—Falta un mes para el baile —dijo Soobin luego de un minuto de silencio y miradas.

El menor se levantó y sacudió su ropa, tomó la mano de Soobin y colocó lo que le sobraba de chocolate entre ellas.

—Lo sé, quería apartarte —respondió bajando la mirada con timidez y caminando en dirección contraria a Soobin.

Soobin estaba feliz. Pero entonces ocurrió.

—Me gusta Beomgyu, no, creo que estoy enamorado de él Soobin —dijo Yeonjun ese mismo día en la noche antes de dormir,. Como siempre, Yeonjun había ido a su habitación para jugar videojuegos y aprovechó para contarle todo a su hermano—. Quiero pedirle que sea mi novio en el baile de fin de año.

Soobin solo quería retroceder el tiempo y no haber aceptado. No podía, no debía ir con Beomgyu a ese baile y arruinar los planes de su hermano. No a la única persona que había compartido su vida con él, no podía.

—¿El baile? ¿Puedes hacerlo en otra fecha o...?

—¡Para nada! He estado hablando con Jeongin y él me ayudará a pensar muy bien lo que le diré, escribiré o daré para ese día. Será inolvidable para los dos —dijo con una enorme sonrisa mientras se apoyaba en el respaldo del sofá.

—Pensé que solo querías acostarte con Beomgyu, ¿o esto es parte de tu gran y malvado plan?

Yeonjun rió.

—Soobin, Beomgyu es apuesto, demasiado; es sentimental, dulce y divertido. Quiero estar con Beomgyu, de todas las formas posibles —se volteó y tomó con fuerza las mejillas de Soobin entre sus palmas haciendo al alto mirarlo fijamente—. Beomgyu ha hecho que mis sentimientos florezcan, es como cuando era amigo de Wooyoung, sabes, ese sentimiento de necesidad de protegerlo, de abrazarlo y besarlo todo el día, de complacerlo; decirle que lo quieres y que lo necesitas. Sentir que es tuyo y solo tuyo, no de alguien más. Quiero a Beomgyu, sentimentalmente como físicamente. Lo quiero, lo quiero solo para mí.

Finalizó soltando las mejillas de su hermano y soltando un suspiro.

—Lo quieres —afirmó Soobin en un murmullo que Yeonjun no escuchó.

Lo quiere.

Soobin se acomodó en el sofá y dio una última mirada a su hermano que sonreía con grandeza y seguía jugando con la consola.

Se le veía feliz, se le veía satisfecho y decidido.

Tú también lo quieres, Soobin, dijo una voz en su cabeza.

Miró la pantalla de su celular y leyó de nuevo el mensaje que Beomgyu le había mandado minutos atrás, deseándole buena noche. Recordando cómo su corazón había latido tanto que pensaba que se saldría de su pecho.

¿También lo quiero? pensó Soobin cerrando sus ojos, sintiendo el aire revolver sus cabellos castaños y las hojas del árbol cayendo sobre su ropa.

Ya habían pasado más de dos semanas desde aquel día lleno de confusión y culpabilidad, y Soobin seguía repitiéndose para sí mismo:

—No puedes hacer esto, Soobin, no a Yeonjun.