Aʙᴀᴊᴏ Aʟғᴀs

uno: Feo

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- joven Katsuki su madre lo espera en el gran salón - informó una empleada beta haciendo una reverencia ante el cenizo.

- enseguida voy - respondió el omega mirando por el gran ventanal de su habitación...

Miraba cada mañana por el cristal... las caballerías eran atendidas por algunos esclavos alfas... miraba por otro lugar encontrando a otros alfas y betas mas musculosos quienes pertenecían al  ejército real, luchando, entrenando entre ellos... y por último a otros un poco más delgados en los campos de cosecha recogiendo frutas, verduras en canastas hechas de paja trensada.... todos los alfas  sin excepción usaban un bozal con un candado en la parte trasera por si uno se atrevía a salirse de control...

Suspiró con pesadez, terminó de cambiar sus ropas de dormir y salió, siendo recibido por dos betas quienes lo saludaron con respeto y formalidad mientras se inclinaban...

Bakugou caminó por los largos pasillos, mirando con disimulo a algunos de los empleados del gran castillo donde vivía, todos los empleados eran betas.

Bajó unos cuantos pisos, las escaleras eran cubiertas por una gran alfombra roja...

Entró a la sala la cual era adornada por pinturas abstractas que tanto le fascinaba a su progenitora... en las esquinas habían floreros de colores y modelos diferentes, los sillones eran cubiertos por cuero fino de un color opaco... muebles de madera oscura, un poco gruesa, y el suelo tenía una alfombra blanca...

La mujer se encontraba sentada... dejando la taza de té que bebía a un lado, miró a su hijo y sonrió.

- buen día cariño - saludó... - sientaté quiero hablar contigo -

El cenizo obedeció la orden sentándose al frente de su madre...

- que pasa - dijo Bakugou mirando a su madre con un semblante serio...

- tu celo llegará pronto, ¿quieres que te traiga un alfa? - comentó Mitsuki cruzandose de piernas...

- ya te lo he dicho varias veces... no quiero a un alfa para calmar mi celo ..mejor dime donde está papá - preguntó parandose del sofá y caminando a la salida...

- salió esta mañana al reino vecino - informó la mujer bebiendo la taza de té nuevamente.

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Katsuki salió del castillo, en una de las carrozas... miraba la ciudad sin mucho interés, aunque prefería eso antes que quedarse con su madre...

- deténte - ordenó haciendo que el transporte frene delante de una tienda de esclavos alfas... las cuales eran muy comunes en ese tiempo...

El rubio miraba como se llevaban a los alfas encadenados de pies y manos, sus rostros sucios eran adornados por un bozal, los metían dentro de una celda con barrotes de hierro, uno encima de otro...

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Más sus hormonas se alteraron al percibir sutilmente un aroma a chocolate con canela... miró a todos los esclavos esperando encontrar al dueño de tan exquisito aroma...

- ¡n_ No! ¡maldita sea! ¡no me toquen! - Exclamó uno de los alfas forcejeando con guardias betas y algunos omegas para no ser amarrado con las cadenas, ni amordazado... mostraba peculiares dientes puntiagudos al gruñir... y una mata larga de cabello.

- "es él" - habló su omega interno... dejándose llevar por sus instintos, Katsuki bajó de la carroza siendo seguido por dos de sus guardaespaldas betas, tenían la fuerza equivalente de un alfa o quizás más.

Bakugou siguió caminando y se paró frente al alfa rebelde...

Al alfa le molestó demasiado ver el rostro de Katsuki el cual se mostraba neutro... dejó por unos segundos de resistirse logrando que le pusieran el bozal...  - ¡¡Hmmn!! - gruñó enojado, hizo fuerza tratando de zafarse del los betas he ir a atacar al omega, Katsuki retrocedió un paso, mientras que sus guardaespaldas en un par de segundos ya estaban apuntando el cuello del alfa con sus afiladas armas ...

Ignorando a todos y su corazón latiendo a máxima velocidad...

- Shinso - nombró Katsuki mirando a uno de sus guardaespaldas...

- si joven -

- compraré a ese alfa, prepara todo lo que se necesite - dijo caminando de vuelta a la carroza a seguir con su paseo mientras el pelimorado se quedaba arreglando las cosas para comprar al alfa rebelde.

Sabía que se metería en un gran lío por comprar a ese rebelde... pero... es que era la primera vez que se sentía intimidado por un alfa...

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Katsuki volvió por la tarde a casa, lo primero que encontró en la entrada fue a su madre quien lo miraba con el ceño fruncido y cruzada de brazos.

El cenizo bajó de la carroza... caminó hacia su madre y lo primero que sintió fue la bofetada que esta le propinó.

- ¡¿estas loco? ¿cómo te atreves a comprar un esclavo rebelde?! - habló enojada - si ese rebelde se sale de control serás castigado severamente y ese alfa ascecinado frente los demás esclavos - amenazó, sin esperar respuesta de su hijo, Mitsuki se encaminó al castillo.

-... joven Katsuki, su esclavo fue llevado a su habitación, está dentro de una jaula - afirmó Shinso haciendo una media referencia...

- bien -

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Katsuki entró a su habitación mirando al instante al alfa de dientes puntiagudos y cabellos rojos, quien estaba sentado dentro de la celda mirando a la ventana dándole la espalda al cenizo...

A paso lento, el cenizo fue a la jaula, sentía como su adrenalina se disparaba...

- no te acerques más - habló con voz ronca y sería el alfa.

Bakugou no dijo nada y siguió caminando...

- ¡¿acaso eres sordo?! ¡maldito omega! - insultó el pelirrojo esta vez mirando con furia al cenizo.

- ... - Katsuki sólo atinó a mirar a otro lado poniéndose nervioso por la mirada y palabras del esclavo quien se veía apretado en esa pequeña jaula - ¿estas incómodo? - hizo una pregunta más que obvia - si te comportas podrás salir - habló terminando de pegarse a la jaula y sacando el candado que impedía que saliera... - listo - dijo al terminar de abrir.

Luego de ello, todo pasó tan rápido...

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- ¡joven Katsuki! ¡sostengan a ese alfa! ¡amárrenlo al poste y asótenlo! - ordenó Shinso corriendo a atender las heridas de Katsuki mientras que los demás guardias se llevaban a rastras al alfa... - ¿Se encuentra bien?... por favor responda... -

Al poco tiempo una curandera llegó, se encargó de todas las heridas del omega y lo dejaron descansar, Bakugou se recostó en la cama mirando al techo.

*****
En cuanto la jaula fue abierta... el pelirrojo salió como un animal salvaje, lanzó al cenizo contra una de las paredes causándole cortes y heridas en los brazos, espalda, un lado de su frente que sangraba...

- idiota... ¡nunca perteneceré a un omega tan feo como tu! - Exclamó con una sonrisa arrogante, acercándose peligrosamente al cenizo... 

- ¡guardias! - gritó Katsuki asustado... los hombres entraron a la fuerza dentro de la habitación...

Shinso fue con el rubio mientras que los demás se encargaron del pelirrojo...

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- .... ¿soy feo? - se dijo a si mismo el rubio acariciando una de sus mejillas sintiendo al mismo tiempo su corazón hacerse chiquito, era la primera vez que alguien le decía eso... por lo general siempre eran cumplidos...

😃😃