Aʙᴀᴊᴏ Aʟғᴀs

veinte: No es tarde

Ya habían pasado varios días...

Todos los reinos sabían acerca de lo sucedido... o al menos eso creían... para todos, el alfa pelirrojo había abusado sexualmente del príncipe. 

Kirishima fue llevado a la plaza central... sus manos fueron amarrados con cadenas en un poste de madera... día a día era golpeado, humillado eh insultado por las personas del reino, le era negado cualquier tipo de alimento sumado a los duros cambios de ambiente que tenía que pasar al estar atado al aire libre.

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Por otra parte... el cenizo seguía sin despertar, las heridas de su cuerpo, tanto internas como externas se recuperaban lentamente mientras el seguía en coma.

Mei pasaba a su lado constantemente procurando cuidarlo en todo momento.

- Katsuki... por favor despierta - susurraba Mei tomando la mano del cenizo...

Kirishima sería asesinado en la orca en siete días y nadie podría ayudarlo...

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- reina Mitsiki... El príncipe aún no despierta - informó un beta entrando a los aposentos de la mujer.

- ... todo salió de maravilla, sin Katsuki presente, acabar con ese alfa será sencillo, ese mocoso despertará pero será demasiado tarde... él tiene que casarse con alguien de su nivel, no con un vagabundo irrespetuoso - comentó la ceniza sin inmutarse por la noticia, tomó una copa llenándola con vino para seguido beberla.

Si bien no todos estaban de acuerdo con las decisiones de la reina... nadie podía refutar en su contra...

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Shinso lo intentó... sabía que Kirishima no haría algo así con el cenizo... pero de nada sirvieron todas sus explicaciones... una noche sólo desapareció y nunca más fue visto en el reino... todos aseguraban en murmullos que el beta estaba muerto...

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Los días continuaron pasando...

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se sentía sin aire, un vacío intenso en su interior... como si pronto fuera a perder algo y no estaba muy lejos de la realidad... pero... que podía hacer... tenía miedo, miedo de despertar y volver a vivir ese cruel infierno... miedo de regresar... que hacer, que hacer...

- Katsuki... por favor... -

Poco a poco sus ojos se fueron abriendo... veía todo borroso... su cara dolía sumado a su cuerpo piernas y cabeza...

Giró lentamente su rostro lleno de moretones viendo los cabellos rosados de la beta quien sostenía su mano con su rostro en la camilla...

- Mei - susurró con voz ronca... la nombrada alzó rápidamente su rostro mirando al cenizo...

- ¡Katsuki! - exclamó abrazando al omega comenzando a llorar... - despertaste, tenía miedo -

-... que pasó -

La fémina se separó de él, limpió con su brazo las lágrimas de sus mejillas.

- tienes que ir... Kirishima... -

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Todo el reino estaba presente... el alfa tenía una  soga gruesa alrededor de su cuello... no tenía fuerzas siquiera para maldecir a alguien, sólo estaba a la espera de que el verdugo bajara la palanca y muriera sus esperanzas de ver a su omega se esfumaron ya hace mucho.